TEMAS DE OPINIÓN

No Apreciamos lo que tenemos, hasta que lo Perdemos

Octubre 9, 2006


Ciertamente uno no aprecia las cosas sino hasta que las ha perdido. Yo he tenido la bendición de ser una persona muy sana en todo apecto; sin embargo, realizamos una misión recientemente, a otra nación y de allá vine con mi salud muy deteriorarada. Ha sido una larga semana en cama, donde no ha habido sosiego para meditar mucho, ni para deleitarse en asuntos espirituales, porque los síntomas en el cuerpo eran demasiado molestos. Lo que si puedo decirles es que mientras no tenía salud la extrañé como no tienen idea; extrañaba mi temperatura normal, el dormir correctamente, poder estar en pie o hacer ejercicio; poder comer lo que hubiera. Todo eso estaba restringido para mi y dentro de la gran limitación pude decir: ¡Gracias Dios por la salud, ciertamente es una bendición Tuya! Estoy recuperándome poco a poco, lo cual me permite ir disfrutando con mayor detalle de cada característica que acompaña a un ser humano saludable. Mi querido lector, seguramente puedes identificarte conmigo; si acaso tú estuvieras pasando en este momento por un problema de salud, quiero decirte que para ti Hay Una Esperanza, por las llagas de Jesús ya fuimos sanados, hoy puedes creer que Jesús ya llevó todas tus dolencias y enfermedades en la cruz del Calvario. Declaro sobre ti ¡Salud! Si tú eres muy saludable y no sabes lo que es enfermarse, con mayor razón para ti Hay Una Esperanza, comienza a darle gracias a Dios por ese don de la vida eterna, calidad de vida y salud integral, que sólo puede venir del Padre de las luces.

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