Hace unos cuantos días fui de compras a una tienda que es a su vez un supermercado, la cual fue trasladada recientemente a un sector bastante exclusivo de la ciudad de San Pedro Sula.
Mientras me desplazaba con mi carreta de compras dentro del establecimiento, tuve la intención de preguntar sobre donde se encontraba ubicado un producto en particular, ya que no estoy todavía familiarizada con la actual distribución dentro del nuevo local.
Lo intenté varias veces y con diferentes personas que me encontré en los pasillos, pero ¿sabe qué? Me fue imposible entablar una conversación, porque todas las personas tenían aparatos en sus oídos o en su boca o en sus manos. Unos traían un audífono de un I-Pod que tenían colgado a su cuello, otros tenían audífonos de un celular, otros hablaban por el celular y otros cuantos estaban concentrados enviando o leyendo mensajitos en el teléfono celular, también.
Suena paradójico, pero de alguna manera los avances tecnológicos en la comunicación han estropeado la comunicación entre las personas.
Si usted mi querido lector se siente identificado o confrontado con esto, para usted Hay Una Esperanza, hoy es el día agradable para iniciar una nueva actitud en cuanto a la comunicación verdadera y necesaria; hoy es el tiempo de tomar decisiones por la dirección del Espíritu Santo de Dios acerca de comunicarse eficientemente y lo necesario solamente, para no caer presos de un sistema que nos cautive y enlace. El Señor nos hace libres de todo aquello que pueda atarnos a otra cosa que no sea Su voluntad, búsquelo hoy, puede encontrarlo con sólo desearlo y clamarlo.
