TEMAS DE OPINIÓN

Formas de Paternidad

Mayo 25, 2015


Muy a menudo el proceso de fecundación se lleva a cabo de forma accidental, emotiva, pasional; pocas veces sucede con el conocimiento pleno de la responsabilidad que trae consigo la paternidad y la maternidad. Este es uno de los motivos más frecuentes para que muchas mujeres rechacen el fruto de su vientre; algunas de ellas, tanto solteras como casadas recurren al aborto, a veces poniendo en peligro su propia vida. Otras más valientes deciden tener su bebé, pero llevando el rechazo en el alma, transmitiéndolo a su hijo en el vientre.

Existen muchos varones y mujeres hoy día, quienes son producto o consecuencia de un aborto frustrado, porque la voluntad de Dios para con ellos fue más fuerte que el intento de eliminarlos. Hay otros por ahí que llevan las marcas en el alma, de una niñez sombría, solitaria y sin amor. Muchos más han crecido al abrigo y cuidado de los abuelos, sin saber lo que era amor de madre o caricias de papá. Hay otro grupo de personas (varones y mujeres), aunque en menor grado, que desean tener hijos para prolongar sus características, costumbres, aficiones y demás. Es un medio de perpetuar su visión, profesión y economía. Vemos empresas que han pasado de generación en generación, así como secretos o patentes culinarios; obras de arte y otros. Esta sigue siendo una posición que nos centra en nosotros mismos, no en el niño.

Existen además, aunque en menor escala, algunos imprevistos con los que la pareja a veces no cuenta; el caso de matrimonios que procrean niños con algún defecto, anormalidad o mal funcionamiento. Por ejemplo, un niño con espina bífida, mongoloide (síndrome de Down); quizás uno hiperactivo, que presente daño neurológico o que experimente problemas de aprendizaje. ¿Cuál es la reacción de los padres ante tal situación? Sobre todo la de aquellos padres que habían cifrado sus esperanzas en la capacidad e inteligencia que sus hijos iban a heredar de ellos. Unos deciden amarlos sin importarles el qué dirán; otros deciden esconderlos de la gente, mantenerlos recluidos en jaulas de oro, hasta donde sus medios financieros se lo permitan; muchos otros buscan desesperadamente ayuda profesional, espiritual, para entender mejor las necesidades del niño y sobre todo para que llegue a ser un individuo útil en la sociedad.

Aunque el niño en estas condiciones es rechazado y marginado, igualmente cierto es que los padres de estos niños lo sufren en carne viva, además de que sienten que no encajan con toda su familia en lugares que normalmente visitan los demás. No pueden eludir la realidad de que sus hijos son "especiales", y tienen que ser tratados como tal.

Ciertamente los niños necesitan mucha ayuda, pero quizás los padres son los más necesitados, para aceptar la situación y no para ignorarla; para no acusarse mutuamente y sobre todo para no resentirse con Dios.

Es posible que usted sea uno de los tres casos mencionados anteriormente, o tenga contacto con niños no deseados, esclavizados o rechazados como estos; entre sus parientes, amistades o vecinos. Quizás usted ha considerado que no hay solución a esta situación, quiero decirle que en Cristo siempre Hay Una Esperanza y Él es el único capaz con Su amor, de transformar todo rechazo y frustración en bendición.

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