El miércoles recién pasado tuve la preciosa oportunidad de compartir una palabra de bendición a varias mujeres de influencia en mi ciudad. Era un hermoso ramillete de mujeres de los diferentes sectores sociales y giros económicos o actividades profesionales.
La mayoría de ellas nunca han tenido un encuentro personal con Jesucristo como su Salvador, Libertador, Sanador; sin embargo, fue de mucha bendición observar como ellas estaban receptivas a lo que yo compartía, se percibía que sus corazones estaban sedientos y necesitados del Señor.
Pude darme cuenta una vez más, que hay muchísimas personas escogidas por Dios desde el vientre de su madre, y más aún, desde antes de la fundación del mundo, para ser líderes, para tener influencia dentro del ámbito que se mueven, las cuales tienen ya su corazón circuncidado y un toque del Señor basta para activarlas.
Es posible que tú que estás leyendo este artículo, seas de esas personas de influencia, llamadas para impactar la sociedad con tus actos y tus dichos; si te das cuenta que es así, pero también estás consciente que necesitas de esa activación del Espíritu Santo, para poder actuar con verdadera autoridad e impartir vida de Dios a los que te rodean… entonces para ti Hay Una Esperanza.
Pide ahora mismo al Espíritu Santo que lo haga en ti, Él es Omnipresente y te escucha, donde quiera que tú estés ahora.
