TEMAS DE OPINIÓN

Hijo Pródigo

Febrero 16, 2016


El padre de familia, que un día engendró hijos, los cuales luego de vivir un tiempo bajo el techo familiar y su amor, partieron en busca de nuevos horizontes; ansía siempre su regreso. Algunos salieron a la caza de riquezas materiales, otros por superarse intelectualmente, unos cuantos por aventura solamente... pero casi con toda certeza puedo decirles, que los logros temporales, las riquezas materiales, los triunfos académicos, fueron disfrutados por un rato, dejando siempre la nostalgia y el vacío del abrazo fuerte de papá, su consejo sabio, su mano extendida y su comprensión.

La situación de nuestro Padre Celestial respecto a aquellos que Él mismo creó, llamó, llevó hacia Jesucristo a través de Su Espíritu Santo; no es solamente comparable, sino que la sobrepasa, ya que estamos hablando ahora de un Padre que además es Dios, es Perfecto, es Infalible, es todo Amor, es Inmutable y Permanente.

Este es el tiempo en que el Padre está enviando a traer a Sus hijos, de donde quiera que se encuentren y hayan pretendido esconderse de Su presencia.  Aquellos hijos que un día saborearon el amor de Papá, que fueron lavados por la sangre de Jesucristo, que inclusive gustaron de los manjares en la mesa celestial.  Muchos de ellos hoy, aunque han querido encontrar libertad y satisfacción en los afanes o diversiones de este mundo, no han sido completamente felices; porque hay algo muy profundo, dentro de ellos que les redarguye constantemente y les repite: Tú no eres de éste mundo, por cuanto Tu padre no pertenece a éste mundo. Tu único gozo y plenitud se encontrará en los brazos preciosos de tu Padre.

Él le está atrayendo con cuerdas de amor hace mucho tiempo; quizás otros han sentido ya los golpes o azotes infortunados por su testarudez; pero Él sigue llamando, de una u otra forma. Él le dice hoy en éste día: mientras hay vida, aún Hay Una Esperanza, ven a Mí, mañana puede ser tarde.

Amigo y amiga, si usted sabe que es uno de ésos a los que Él está llamando, para que entre a Su casa y no se pierda; si usted sabe que el amor de Él por usted es tan inmenso que quiere sustentarle en la tribulación... éste llamado es para usted y pudiera ser el último.

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