Abril 12, 2016
Nuestros cinco sentidos físicos son el vehículo que el enemigo ha usado desde la creación misma, para desviar al hombre de la fe y la realidad en que ha sido establecido por Dios. La mujer fue seducida a través de lo que "vio" y "gustó", con el objeto de "ser como Dios” (o sea, de adquirir conocimiento).
Desde ese tiempo remoto, el hombre cree más (y a veces solamente), en lo visible, en lo palpable; de esta forma se ha tergiversado el concepto de "real" o "realidad". El pecado (la desobediencia) ha ocasionado, y sigue siendo así actualmente, que las personas crean que sólo lo visible es real; provocando esto, que el hombre infiera que el mundo espiritual (por ser invisible al ojo natural) es irreal.
El humano en su naturaleza pecaminosa piensa que los cristianos, que hemos creído que el mundo espiritual es real; somos idealistas, utópicos y hasta fanáticos; que necesitamos poner los pies sobre la tierra. El mundo espiritual (donde todo es posible), es más real que cualquier otra cosa, o mundo que se pueda ver o palpar. Dios me ha permitido vivir por encima de lo posible, viendo milagros a cada paso y observando como Dios en Su mundo espiritual, el cual es definitivamente "real", tiene el control de todo, de lo visible y de lo invisible.
Lo único que el hombre necesita es "fe" (la cual también viene de Dios) para identificar o comprobar que todo lo espiritual que Dios nos ha prometido, existe y es una realidad. Fe es creerle a Dios y saber que en Él "Todo es posible".
Es necesario distinguir entre "fe" e imaginación. Esta última proyecta imágenes de suposiciones nacidas en la mente, o de ideas concebidas por la mente carnal del hombre. Mientras que la fe, sólo identifica lo existente en la realidad del mundo espiritual. Mediante la fe se cree en la Verdad del mundo del Espíritu. Este sólo puede conocerse a través del mismo Espíritu Santo, el cual vive y mora en el espíritu del hombre que ha decidido reconocer a Jesucristo como su redentor, dador de salvación y vida eterna. El mundo espiritual no se percibe, ni se cree, ni se crea con la mente; se capta y reconoce en el espíritu, el cual es una inminente realidad en el ser humano. El hombre sin espíritu estaría muerto, pero el espíritu sin Espíritu Santo también está muerto, sin vida.
Si usted anhela conocer la realidad del mundo espiritual a través de la fe, ¡Hay Una Esperanza! Puedo decirle que usted es una persona "realista" que desea estar correctamente ubicada en su Verdad; mientras otros circunscriben el concepto de "realidad" a su triste condición carnal, atados a la corta dimensión de sus ideas y pensamientos; dentro de un mundo físico, limitado, con el cual mantienen relación.
Le invito a explorar la ilimitada realidad de Jesucristo y la inmensidad de Su mundo espiritual, real e infinito ¿Quién conoció a Dios y quién puede aconsejarle?
