TEMAS DE OPINIÓN

Necesidad

Junio 28, 2016


Una hermosa tarde de verano, aquel apuesto caballero, joven, casado y amante esposo, decidió pasar por la tienda a la salida de su trabajo, antes de llegar a casa, con el fin de comprarle un presente a su esposa, ya que era su aniversario de bodas. Él finalmente se decidió por un finísimo gancho de carey, para que ella sostuviera su preciosa cabellera, de ser posible, ésa misma noche en que irían a cenar juntos.

Aquella misma tarde, la dedicada y especial esposa decidió ir al salón de belleza por la tarde, antes de que su esposo llegara a casa, para que la embellecieran para él; entre otras cosas, ella quiso darle la sorpresa de lucir un novedosísimo corte de pelo estilo "hongo", que ella pensó que le agradaría muchísimo a él. Quería lucir lindísima para su cita especial de aquella noche.

El encuentro fue espectacular la sorpresa se vio dibujada en sus rostros y no sabían que decir.

¡Ah! y en cuanto a sorpresas se refiere, déjenme contarles algo muy real: Una mañana, un buen amigo de la familia Lazo llegó a visitarles cómo es su costumbre, él quiso poner en práctica su don de servicio y se tomó el trabajo de inyectar cuidadosamente con aceite, cada una de las bisagras de las diferentes puertas que hacían un escandaloso ruido o más bien chillido, cada vez que abrían o cerraban.

Al llegar el señor Lazo a casa preguntó quién había autorizado semejante cosa, ya que él a propósito mantenía las puertas en esa condición, como un sistema de alarma.

¡Vaya, vaya! Las sorpresas pueden a veces ser contraproducentes si usted no conoce a cabalidad a la persona que va a sorprender. Muchísimas veces deseando agradar a la otra persona, más bien la incomodamos. Esa es la misma razón por la cual cuando regalamos algo, casi nunca damos en el clavo; es que siempre vemos las cosas desde nuestro punto de vista y lo que nos parece bien o correcto.

Hay una sola persona que sabe exactamente lo que necesitamos, en éste caso no interesa si nos gusta o no nos gusta, Él sí sabe qué es lo óptimo para nosotros. Esa persona es el Señor Jesucristo.

Si usted desea recibir de Él todo lo que tiene para usted, ¡Hay Una Esperanza! Puede tener la seguridad de que recibirá lo justo, lo perfecto, lo preciso, lo bueno, lo exacto. Él sabe de qué tenemos necesidad antes de que llegue la palabra a la boca.

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