Febrero 13, 2017
No es lo mismo ser un empresario que un emprendedor. Los emprendedores ven la oportunidad de desarrollar un proyecto ante toda circunstancia, sobre todo durante la crisis y la adversidad. Todo emprendedor es creativo, tiene una actitud positiva ante la vida y su objetivo es aprovechar lo que otros menosprecian o han pasado inadvertido. En cierta ocasión, dos empresarios quienes se habían asociado para fabricar y distribuir zapatos, decidieron viajar desde los Estados Unidos, donde tenían su empresa, para buscar nuevos mercados en La India. Al llegar a cierta ciudad de La India con entusiasmo por su producto, se encontraron con que en esa ciudad, las personas andaban descalzas. Uno de los socios dijo: “Yo regreso a mi país, porque definitivamente no veo posibilidad de mercado aquí”. El otro socio sin embargo expresó: “Yo me quedo aquí, precisamente porque debo educar a las personas para que aprendan a usar zapatos, estoy seguro que será un éxito”. Este segundo caballero era un verdadero emprendedor, supo aprovechar la necesidad existente para ensanchar su radio de acción, presentándoles a los habitantes un producto desconocido pero útil. Este emprendedor fue muy exitoso y próspero. Muchas veces la necesidad es el mejor estímulo para sacar de adentro el emprendedor que vive en nosotros. Mis ancestros maternos provienen de Gales, Reino Unido. Mi bisabuelo era un ingeniero eléctrico que decidió viajar a América con su familia, de manera que mi tía abuela nació en Guatemala y mi abuela en Honduras. Se establecieron al sur, en Choluteca, donde fueron pioneros estableciendo la primera planta eléctrica de la ciudad; llevaron el primer carro al sur, tuvieron la primera fábrica de hielo y establecieron el primer cine, aunque era cine mudo. A temprana edad, treinta y cinco años, él falleció envenenado y mi bisabuela quedó a cargo de la familia. Las autoridades municipales de entonces, aprovecharon para expropiarles a estas mujeres sus haberes. Ante la inminente necesidad económica de ellas para sobrevivir, mi bisabuela se convirtió en una emprendedora. Recuerdo las historias de cosas insólitas que ella hacía; por ejemplo, descubrió que la cáscara del plátano, frotándola de su parte interior, era un excelente limpiador de zapatos. Además, sembró una planta de Jamaica en el patio de su casa y cuando este estaba florecido, ella hervía la flor seca para extraer el té y refresco. Lo interesante es que ella le agregaba azúcar y luego lo ponía al sol para que se deshidratara; de esta manera obtenía un polvo soluble, el cual guardaba para usar en la época en que no florecía la Jamaica. Esto es nada menos que el mismo principio de lo que hoy conocemos como “Tang”o “Kool Aid”. Mi madre, siendo una joven estudiante, no tenía los recursos para comprar un perfume, pero se las ingeniaba para extraer la esencia natural de los pétalos de las flores del jardín, con un sistema empírico pero funcional.Esta escuela de vida provocó que mi madre fuera la primera persona en fundar una Cooperativa de
Ahorro y Crédito en su ciudad, la cual hoy existe en varios puntos importantes de Honduras. Ella construyó y administró el primer hotel con piscina, restaurante y salón de conferencias en la ciudad. Mi madre estableció debido a la necesidad, la primera imprenta Ofsset de Choluteca; y por si fuera poco, también montó una planta procesadora de producto lácteos, produciendo queso, mantequilla y leche pasteurizada con empaques especiales. Todos estos emprendimientos han redundado en un avance para la región sur del país. Si en Honduras todos entendiéramos la importancia de aprovechar las oportunidades para lograr un mayor desarrollo, al activar el emprendedor interior que tenemos, muchas cosas cambiarían y habría menos queja y más productividad.Todo pionero es un emprendedor y todo emprendedor es un pionero. Los pioneros abren brecha, abren camino, muchas veces para que otros puedan transitar. No es un asunto de quién se lleva los aplausos, sino que tiene que ver con establecer una plataforma para mejorar las condiciones de vida para los que vienen detrás nuestro. Hoy construimos la nación donde queremos que vivan nuestros hijos y nietos. Pensemos en mañana y despertemos nuestro espíritu para comenzar hoy.
