Julio 9, 2018
Esta mañana le pedí a una buena amiga y hermana en Cristo, el favor de arreglarme la pretina de una falda, para que quedara a mi medida, la cual por el paso de los años, el metabolismo ya más perezoso y después de cinco hijos, ha aumentado de 30 a 36 pulgadas. Antes de despedirse, ella muy amablemente y queriendo hacerme un favor o estimularme el ego, me dijo: "Le dejé la pretina a 35" “¿Con qué propósito?” le pregunté. De pronto recordé a una amiga que se compraba los vestidos, dos tallas inferiores a la suya, colgaba los trajes atrás de la puerta de su dormitorio y cada día al verlos, se motivaba a rebajar de peso y decía: "Ya pronto los voy a poder usar".
Le dije esta mañana a mi amiga y hermana: No entiendo cual es el objeto de engañarse, pretendiendo algo irreal; decir que tengo 35" de cintura, andar con la respiración comprimida, la piel de la cintura ceñida y con vejigas, total, al final del día siempre tenemos que afrontar la realidad.
Esta ilustración sólo sirve para traer a recordatorio y a profunda meditación, tantas personas que andan por la calle o se presentan a sus trabajos o centros de estudio, pretendiendo estar bien, a ellos no les pasa nada, todo les marcha de maravilla. Pero de pronto, llega un momento en que no se puede fingir más, ni seguir conteniendo la respiración, entonces se les manifiesta "gastritis", "úlceras", "alergias", "ácido úrico elevado", "caída del cabello", y más.
Está llegándose el momento en que ya no se puede seguir ocultando la realidad interior; que sencillamente ha llegado el tiempo de reconocer que están muy desesperados, hay vacío en sus vidas, no hay felicidad, ni satisfacción... todo ha sido apariencia, pretensión. En estos días, la Luz de Cristo está brillando como nunca antes, está exponiendo toda tiniebla y sacándola a flote, para que sea removida, arrancada de raíz.
Si es usted uno(a) de los(las) que está cansado(a) ya de esconder su realidad, que necesita sentirse libre y ser lo que Dios desea que usted sea; hoy puede ser el día de quitarse las máscaras y los delantales, hoy puede empezar a ser real y genuino, declarando a Dios su necesidad y su realidad.
