TEMAS DE OPINIÓN

Sujeción

Octubre 21, 2019


Para que exista un orden en cualquier lugar, sea en el cielo o en la tierra, debe de haber una línea de autoridad. En el cielo hay ángeles, arcángeles, querubines, serafines, en fin, esto denota los diferentes rangos. Así mismo en nuestro sistema en este mundo, tiene que haber autoridades establecidas para que funcionemos ordenadamente.

Sin embargo, lo que más difícil le resulta al hombre, es sujetarse, someterse, a la autoridad. Hay una rebelión natural dentro de nosotros, proveniente del primer hombre (Adán) que no obedeció a Dios en el huerto. El hombre se rebela a las señales de tránsito y semáforos; se rebela ante los racionamientos de energía eléctrica; muestra su rebeldía al no querer hacer fila en los supermercados o en los cines o estadios.

En los centros de trabajo, observamos rebelión ante los horarios, uniformes y cualquier otra norma que se establezca. El hombre lamentablemente no ha comprendido que mientras más rienda suelta dé a su natural rebelión interior, más se está pareciendo al hombre caído y fracasado (Adán); más refleja la imagen de aquel que un día se rebeló por primera vez en el cielo: Luzbel.

El hombre (varón o mujer) que decide sujetarse, someterse, aprender obediencia; se parece cada vez más a aquel que venció a través de la obediencia absoluta: Jesucristo.

Creen los humanos que someterse o aceptar autoridad es signo de debilidad; entonces llamaríamos débil al redentor del universo. Jesús se sometió a lo sumo, y por cuanto obedeció fue llamado SEÑOR. Fue por eso que pudo luego estar EL mismo en posición de autoridad en el cielo.

Ninguno de nosotros que pretenda ejercer autoridad un día lo podrá lograr si antes no se sujeta a las autoridades que le han sido asignadas.

Mi querido lector, si es usted uno de los que tiene problemas de sujeción, que reconoce que está actuando rebeldemente, el Señor quiere cambiar su naturaleza, por la espiritual, El hará la obra si usted se lo permite.

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