En los días recién pasados estuve de gira en una misión en un país cercano al nuestro; nos hospedamos en casa de una preciosa familia coreana; al llegar, observamos que había que dejar los zapatos afuera de la casa, porque esa es su costumbre, es parte de su cultura.
Como parte de la misión fuimos a casa de una familia que vive al norte del mismo país; y para nuestra sorpresa, ellos también dejan los zapatos fuera de la casa para entrar, pero por una razón diferente, porque ellos consideran, en base a lo que Dios le dijo a Moisés, que su casa es lugar santo y por lo tanto han de quitar el calzado de sus pies.
Mientras mi amiga y yo comentábamos al respecto, ella recordó que su prima, quien vive en Honduras, tiene la misma costumbre en su casa, pero la razón es totalmente diferente; es porque su casa tiene un piso de madera muy pulido y no quiere que se lo rayen.
Meditaba entonces, que las personas podemos tener acciones similares pero por causas muy diversas; no puedo evitarme entonces la pregunta ¿Por qué van a la Iglesia las gentes? ¿Será por tradición o costumbre? ¿Será por acallar la conciencia? ¿Será por alabar a Dios en medio de los santos?.
Ante esto surge una pregunta todavía más profunda ¿Por qué buscamos a Dios? ¿Para que nos sane? ¿Para que nos resuelva el problema económico o matrimonial? ¿O le buscamos sencillamente porque Él es Dios y es Padre y nosotros Sus hijos y hemos de adorarle?
Si hoy comienzas a meditar en esto, te aseguro que para ti Hay Una Esperanza, espera en Él y Él te responderá y te conducirá a la verdad.