Mis queridos lectores estoy aquí una semana más con ustedes para comentarles acerca de situaciones de la vida diaria de las cuales podemos aprender algo o mucho.
Diferentes hombres de Dios han recibido revelaciones en estos tiempos, sobre los días difíciles que se avecinan para toda la tierra, lo cual no es novedad; pero también han recibido instrucciones acerca de actitudes y acciones que nosotros debemos tomar, las cuales pueden ayudarnos a estar mejor en tiempo de necesidad y de escasez.
Una de las recomendaciones es que aprendamos a cultivar la tierra y a producir alimentos de origen agrícola.
La tecnología ha avanzado tanto y los productos comestibles son ahora tan elaborados y prefabricados, que ya casi nadie consume productos naturales. Es muy necesario que aquellos que tienen una parcela de tierra, por pequeña que esta sea, aprendan a sembrar; es tiempo de guardar semillas de buena calidad, hay que saber cómo preservarlas sin que estas pierdan su viabilidad. Una recomendación importante a seguir, es que las comunidades o colonias puedan tener su propio abastecimiento de agua, a través de pozos perforados; esto parecería como volver al pasado, pero podría ser la salvación de muchos en el futuro.
Como padres debemos ocuparnos de que nuestros hijos desarrollen sus destrezas y capacidades naturales, así como la responsabilidad de cuidar el entorno, la naturaleza; y por ende manejar correctamente los desechos. Cuando entendemos que fuimos creados para cuidar y administrar la creación, nos convertimos en buenos mayordomos.
Es posible que vengan tiempos en los cuales aunque tengamos el dinero para comprar, no habrá la disponibilidad de los productos que necesitemos. Ahora es cuando hemos de aprender a comer derivados de soya, a disfrutar la berenjena, saber usar los productos de sábila, aprovechar los beneficios del rábano, la flor de Jamaica, las propiedades medicinales del ajo o de la miel y muchos productos más.
Por dura que parezca la situación futura, si somos entendidos hoy, siempre Hay Una Esperanza para mañana. Mi querido lector, este es el tiempo de tornarnos a la sencillez, para escuchar lo que Dios quiere hablarnos; lo primero es que nuestro Creador está tratando de llamar nuestra atención, para que todos los hombres nos volvamos a Él de todo corazón. Solamente en Él está la respuesta y la verdadera sabiduría; y sabemos que Dios tiene pensamientos de bien sobre nosotros y no de mal.
