Una de las celebraciones más comunes dentro de las iglesias que creen en Jesucristo, el hijo de Dios, es la “Semana Santa”, su principal finalidad es la conmemoración de la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo; esta comienza con el “domingo de ramos” y culmina con el “domingo de resurrección”, el cual en el hemisferio norte comprende la celebración del "Festival de Primavera" o "Easter". La mayor parte de los creyentes celebran esta fecha el primer domingo después de la primera luna llena, siguiente al primer día de primavera. O sea que la festividad puede ocurrir cualquier domingo durante el período comprendido entre el 22 de marzo y el 25 de abril. Hay varias celebraciones asociadas con “La Semana Santa" o "La Pascua", las cuales mencionaremos acá.
Todavía se celebra un carnaval como despedida antes de entrar a un tiempo de "limpieza y abstinencia". La palabra carnaval se dice que proviene de la palabra latina "Carnelevarium" que significa suspender la carne, o sea comenzar un ayuno de carne. El más famoso es el de Mardi Grass, este nombre en francés significa “Martes Gordo” (o de grasa), el cual se celebra el martes anterior al miércoles de ceniza, día en que comienza la cuaresma. Es muy famoso el que se celebra en New Orleans; el nombre dado a este festival se refiere al toro gordo que usualmente precedía la procesión del "Martes de Carnaval" en Francia.
El miércoles de ceniza es el primer día de la cuaresma según el rito latino de las iglesias católico romanas; las cenizas producto de quemar las palmas del domingo de ramos del año anterior, son bendecidas por el sacerdote. Con estas cenizas, el primer miércoles de la "cuaresma", en una misa o ceremonia aparte, el sacerdote hace una cruz sobre la frente de los asistentes, diciendo: "Recuerda, que polvo eres y en polvo te convertirás" (Gn. 3:19). Realmente el polvo y la ceniza son diferentes; Abraham hizo bien la diferencia al exclamar "...Aunque soy polvo y ceniza.." (Gn. 18:27). En tiempos del Antiguo Testamento, ponerse ceniza en la cabeza y vestirse de cilicio era un símbolo de arrepentimiento, ayuno y penitencia (Est. 4:1, 2ª. S. 13:19). En ese día se usaba una ropa especial, para recordar la necesidad de prepararse para una muerte santa. Las iglesias de la comunión anglicana, así como otras iglesias protestantes, entre ellas la luterana y la ortodoxa del este observan este día.
La Cuaresma es un período de cuarenta días, excluyendo los domingos. Durante este tiempo los creyentes se preparan para conmemorar el proceso que pasó Jesús de entrar a Jerusalén, ser acusado, juzgado y haber sido llevado a la cruz, culminando con el domingo de resurrección. Es considerada un tiempo de penitencia y comienza con el miércoles de ceniza. Los miembros de la iglesia católico romana guardan este período de cuarenta días, celebrando una misa especial en cada uno de ellos; ellos piensan que la cuaresma se originó después de que Jesús ayunó y oró por cuarenta días en el desierto, preparándose para manifestarse a Su pueblo. No obstante, al igual que muchos otros ritos y costumbres, esta celebración más que ninguna otra, por su carácter religioso, está mezclada con paganismo, idolatría y ocultismo; debido a que la iglesia católico romana adoptó, incorporó y entremezcló sus costumbres con las prácticas paganas de la época, tratando de acercar el paganismo a la fe cristiana, al identificarse.
Bíblicamente no existe ordenanza respecto a la cuaresma que precede la conmemoración de la muerte y resurrección de Jesucristo. Fue durante el siglo VI que el Papa instituyó oficialmente la cuaresma, llamándola "fiesta sagrada" y ordenándola al pueblo, mandando que se abstuvieran de carne. Es interesante que originalmente y durante mucho tiempo, este período de cuaresma era de ayuno y duraba sólo treinta y seis días; fue durante el reinado de Carlo Magno en el año 800 d.C., que se le agregaron cuatro días.
Al comenzar la cuaresma y hasta terminar la "Semana Santa" muchas personas religiosas todavía practican el ayuno de carne comiendo sólo pescado los viernes; entre nosotros se ha adoptado la típica sopa de "cesina" o pescado seco o bacalao estos días. No existe ninguna asociación bíblica entre el viernes y el pescado; sin embargo, la palabra viernes, en inglés "Friday" viene del nombre "Freya", conocida por los antiguos paganos como la diosa de la paz, el placer y la fertilidad; el pez era sagrado para ella pues fue conocido como símbolo de fertilidad desde tiempos remotos (El bacalao por ejemplo pone alrededor de nueve mil huevos al año). Los griegos la llamaban Venus, el día conmemorativo de esta diosa era el viernes, ya que se creía que el planeta Venus reinaba sobre la primera hora del viernes, por lo que era llamado Dies Veneris, de donde proviene la palabra "venérea" que significa deleite sexual y de donde se desprende el nombre de "enfermedades venéreas" refiriéndose a ciertas infecciones adquiridas en el acto sexual.
El pez era consagrado a Astarot, nombre dado a esta misma diosa por los israelitas. En el viejo Egipto Isis era representada con un pez en su cabeza. O sea que en el mundo pagano, el viernes era considerado como un día sagrado, relacionado con el pez, siendo fácilmente incorporado dentro de la celebración católico romana. Esto fue reforzado con las primeras letras de la palabra Jesucristo formando la palabra griega ichthus (pez); de aquí que los cristianos de la iglesia primitiva se identificaban con el pez.
El “domingo de ramos” o primer domingo de Semana Santa, se celebra en conmemoración de la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén para ser juzgado por Poncio Pilatos. En la ciudad, una gran multitud había subido a Jerusalén para celebrar la fiesta de la Pascua, los cuales al oír que Jesús venía, tomaron ramas de palmera y salieron a recibirle, proclamándole Rey de Israel, algunos tendiendo sus ropas delante de su paso (Jn. 12:12-13). Hoy día en varias religiones, y muy especialmente la iglesia católico romana acostumbran desfilar en una procesión, donde los creyentes portan palmas en sus manos, agitándolas, siendo algunas de ellas en forma de cruz. Usualmente se hace una ceremonia donde el sacerdote bendice las palmas, rociando sobre ellas agua bendita o haciendo la señal de la cruz; luego los feligreses toman esas "palmas benditas" y las colocan en los dinteles de las puertas o sitios especiales de sus casas, para preservar la bendición y la buena suerte y ahuyentar a los espíritus malignos. Por supuesto esto pasa a ser un amuleto y se llega a tener idolatría por las palmas y la supuesta "agua bendita". La protección espiritual y natural sobre nuestras vidas, casas y negocios no estriba en los objetos que allí coloquemos, sino en la presencia del Dios vivo dentro de nosotros a través de Su Espíritu Santo. Una palma rociada con agua no tiene poder contra demonios, sólo la sangre de Jesucristo y Su cobertura espiritual sobre nosotros.
La celebración del jueves santo involucra procesiones y desfiles, a veces los "descansos" o estaciones del "vía crucis", que usualmente culminan con el "lavamiento de pies" y conmemoración de "la última cena".
Recordemos que para la época en que Jesús fue crucificado, el pueblo judío se preparaba para la gran fiesta de la pascua. Jesús adelantó su cena pascual con sus discípulos, ya que no podría celebrarla con ellos al día siguiente, en el cual Él sería crucificado.
La pascua es la conmemoración de la salida del pueblo de Israel de Egipto; se celebraba juntamente con la fiesta de los panes sin levadura y duraba siete días. La palabra pascua viene del hebreo "Pesakh" que significa "Pasar por alto". Dios instituyó la pascua a través de Moisés (Ex. 12:1-28, Lv. 23:1,2,4-8, Dt. 16:1-8). La pascua no recordaba sólo la liberación en sí, sino también el cordero o víctima del sacrificio, cuya sangre, untada en los postes y dinteles de los hogares hebreos, evitó que el ángel de la muerte eliminara al primogénito de cada familia. Para el antiguo pueblo, la pascua es el mayor acto redentor; esta se celebraba a la puesta del sol el día 14 del mes de Abib o Nisán (Ex. 13:4, 34:18), que corresponde entre marzo y abril. Era el primer mes del calendario judío y el día 14 coincidía con la noche de luna llena. Esta celebración era anual.
Jesús mismo asistió a dichas celebraciones, mientras estuvo en esta tierra; siendo la mayor, la culminación de la pascua espiritual, donde Él mismo fue el cordero sin mancha, ofrecido en sacrificio para nuestra salvación y liberación.
Todo lo que al pueblo de Israel se le ha ordenado o acontecido en lo natural o mediante práctica de rituales, ha sido sombra de verdades espirituales en que nosotros los del nuevo pacto, a través de Jesucristo hemos de participar en el mundo invisible de fe, no concreto, pero sí verdadero. A través de Jesús, tenemos el cumplimiento, de la palabra dada al pueblo judío con relación a la pascua:
En "Él" celebramos nuestra pascua.
La celebración de "Easter" es la más grande de toda esta semana y está ahora incorporada en el mundo religioso. “Easter” y sus respectivas alegorías está directamente relacionado con el festival pagano de la primavera. La vida nueva de las plantas y su verdor es considerada un símbolo de la vida de resurrección que el cristiano obtiene a través de la muerte de Jesucristo en la cruz y Su resurrección. La palabra "Easter" proviene de la palabra inglesa original: EASTRE, nombre de la diosa pagana de la primavera (Astarté). Mencionaremos varias actividades que se llevan a cabo este día.
La palabra “Easter”, a su vez proviene de la palabra inglesa "Eastarun" que significa "alborada, amanecer o alba". Se cree que proviene de la incorrecta traducción de la palabra latina "Albae" que significa dos cosas: Amanecer y blanco. El domingo de Resurrección ha sido considerado un día “de blanco", ya que los miembros de la iglesia recién bautizados, usaban túnicas blancas.
Además, la palabra “Easter” está en relación directa con "este" (el punto cardinal, en inglés East) en donde nace el sol, identificándolo con el significado de "amanecer" (alba), que dio origen a la celebración del "culto al amanecer”. Esto trajo consigo reprensión de parte de Dios a Su pueblo Israel, el cual se había involucrado en el culto de adoración al sol naciente, con cara hacia el oriente, poniéndose una rama en la nariz mientras entonaban himnos. (Ezequiel Cap. 18)
Mientras el mundo religioso ha estado reproduciendo rituales paganos, el mundo sin religión aprovecha para abarrotar las playas inundándolas de alcohol y lascivia. Me pregunto... ¿Qué hacemos mientras, aquellos que hemos asomado los ojos al mundo espiritual y a través de "Su Luz" hemos recibido claridad y revelación de verdades que antes nos eran veladas?
Hay una tarea por delante; esta es espiritual y no se gana con espada ni con ejércitos, es con el Santo Espíritu de Dios que nos lleva a toda verdad. Espero en mi corazón que en esta época, seamos más los enrolados en este ejército invisible, que no tiene nombre, ni fronteras; pero tiene el respaldo y la autoridad de Aquel que resucitó para darnos vida; porque en Él estaba la vida y la vida era la Luz de los hombres. Si usted cree que en Jesucristo hay vida y Luz, entonces para usted hay una esperanza.