TEMAS DE OPINIÓN

Puesta Nuestra Confianza en el Señor

Agosto 8, 2011


Queridos lectores, que bueno es saludarles este día y desearles lo mejor de lo mejor. Quiero comentarles acerca de unos días muy especiales que recientemente pasamos, donde celebramos el 25 aniversario de servirle a Dios y a los hombres en lo que Él nos mande. Habíamos girado invitaciones a todos aquellos que de alguna manera están relacionados con nosotros en el país y fuera del mismo.  Particularmente quiero comentarles de un hombre que vive en el sur de Honduras, él es periodista y además maestro y director de un colegio. Cuando lo llamé para ver si él y su esposa iban a asistir, se emocionó mucho, sin embargo, al terminar nuestra conversación telefónica, se sintió mal de salud nuevamente; hacía casi dos años le habían diagnosticado una hernia en las vértebras cervicales, lo cual le producía un terrible dolor en la base del cráneo, a nivel del cerebelo. Cuando supe que se había desanimado por el malestar que experimentaba, le pedí a alguien más que lo llamara para incentivarlo, ya que yo tenía la seguridad que su esfuerzo se vería recompensado con su sanidad. Finalmente se decidieron a viajar; llegaron un poco tarde, cuando ya había iniciado la actividad y se había desarrollado durante casi un día.  Este hombre ingresó al salón de reuniones en la sesión de la noche; el invitado que estaba ministrando en esa ocasión, antes de comenzar a predicar o a enseñar, hizo un llamado para todos aquellos que tenían un fuerte dolor en la nuca hacia el cráneo, de manera que este hombre se puso en pié y con sencillez de corazón recibió su sanidad. El día de hoy él llamó por teléfono para darme testimonio de que había ido al médico y para sorpresa de todos, la hernia cervical había desaparecido. Como ustedes verán mis queridos lectores, cuando más mal nos sentimos es cuando más debemos buscar los ríos de agua viva donde encontramos sanidad.  Siempre que ponemos nuestra confianza en el Señor, por encima de lo que sentimos o vemos, Hay Una Esperanza.  Para usted mi querido lector puede estar accesible esa sanidad hoy también, solamente debe creer que la voluntad de Dios es sanarle y bendecirle.  Le invito a abrir su corazón para recibir la gracia salvadora y sanadora  del Señor Jesús; reciba ahora lo que usted necesita, porque Él es la fuente de todo poder y de todo lo bueno.

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