Julio 8, 2019
El mundo está siendo convulsionado de una manera tremenda; vemos al SIDA acabando drásticamente con las vidas, problemas serios de desempleo, la inflación es cada vez más severa; la devaluación monetaria está galopando, la bolsa de valores cae drásticamente, el problema energético no tiene visos de mejorar, todo lo contrario; el latrocinio y el vandalismo van en ascenso, en fin... el horizonte se ve gris tirando a negro.
Ciertamente los juicios de Dios están sobre la tierra, sabiendo que Sus juicios son en misericordia y verdad, para que el hombre se aparte de su camino de perdición y vuelva su corazón a su Dios, a su Creador.\
Veamos a nuestro alrededor, no sólo en los Estados Unidos, sino en Honduras misma, como ha crecido el pecado, como se acepta fácilmente el aborto, el homosexualismo, transversismo, lesbianismo, drogadicción de toda índole. No estoy juzgando a las personas que lo practican, sólo digo y repito que necesitan volver sus ojos a Jesucristo para ser libres de ello. El pecado de ellos, no consiste en fornicar o abortar; su único pecado es no conocer al Dios de amor y salvación. Cuando conozcan y reconozcan a Jesucristo el Hijo del Dios viviente como el único Camino de salvación, entonces estarán en refugio seguro y en libertad completa.
Dios destruyó la humanidad con agua un día, pero salvó a Noé y su familia, a causa de la obediencia de Noé. Luego destruyó a Sodoma y Gomorra con fuego, pero rescató a Abraham y a su familia, incluyendo a Lot. El pecado y la perversidad que existe hoy día no es menor que en los tiempos de Noé o de Abraham; y ahora con mayor razón, puesto que el Espíritu Santo está permanentemente con nosotros, Dios actuará, aun a través de condiciones externas severas, ésta vez no con el deseo de destruir al hombre, sino con el anhelo de que el hombre se vuelva a Dios.
Ahorita el tiempo está propicio para entrar por esa preciosa Puerta que es Jesucristo, no se necesita esforzarse mucho. ¡HAY UNA ESPERANZA! Ahorita la única seguridad la ofrece el Señor en Sus brazos de amor y misericordia.
Yo quiero decirle en el Nombre del Señor que su día es hoy, ahora mismo. Buscad al Señor mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano.
