Palabra con autoridad apostólica y revelación profética.
por Emma de Sosa
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ES16052010 Venga tu Reino II
Dra. Emma de Sosa
El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí,
porque me ungió Jehová;
me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos,
a vendar a los quebrantados de corazón,
a publicar libertad a los cautivos,
y a los presos apertura de la cárcel;
a proclamar el año de la buena voluntad de Jehová,
y el día de venganza del Dios nuestro;
a consolar a todos los enlutados;
a ordenar que a los afligidos de Sion se les dé gloria en lugar de ceniza,
óleo de gozo en lugar de luto,
manto de alegría en lugar del espíritu angustiado;
y serán llamados árboles de justicia, plantío de Jehová, para gloria suya
Isaías 61:1-3
El profeta Isaías está hablando como si el mismo fuese Jesús (profecía
mesiánica). El Espíritu Santo vino sobre Jesús para que Él pudiera desarrollar su
ministerio. Sin la unción y el poder del Espíritu Santo era imposible que Jesús hiciera
todo lo que Dios le había encomendado.
Y Jesús, después que fue bautizado,
subió luego del agua;
y he aquí los cielos le fueron abiertos,
y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él
Mateo 3:16
Jesús se bautizó en agua para tener una señal como evidencia que lo avalara
para comenzar su ministerio. Él no lo hizo por el arrepentimiento de sus pecados ya
que en Él no había.
Cómo Dios ungió con el Espíritu Santo
y con poder a Jesús de Nazaret,
y cómo éste anduvo haciendo bienes
y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él
Hechos 10:38
.
Si Dios está contigo puedes hacer todas las obras que Jesús hizo.
Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo. Y
después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre. Y vino a él el
tentador, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan. El respondió
y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca
de Dios. Entonces el diablo le llevó a la santa ciudad, y le puso sobre el pináculo del templo, y
le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate abajo; porque escrito está: A sus ángeles mandará acerca
de ti, y, En sus manos te sostendrán, para que no tropieces con tu pie en piedra.
Jesús le dijo: Escrito está también: No tentarás al Señor tu Dios. Otra vez le llevó el diablo a
un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos, y le dijo: Todo
esto te daré, si postrado me adorares. Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque escrito
está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás. El diablo entonces le dejó; y he aquí
vinieron ángeles y le servían
Mateo 4:1-11
El Espíritu Santo llevó a Jesús al desierto para ser tentado por el diablo con la
intención de hacerlo crecer en autoridad.
El Espíritu Santo no nos llevará a situaciones para ser tentados sin Él saber que
vamos a poder vencer la tentación.
No tenemos que demostrarle al diablo ni a nadie que somos hijos de Dios.
Lo que está escrito es ley e irrevocable.
La Palabra sustenta nuestro espíritu.
Jesús conocía la naturaleza del Padre.
Jesús luchó contra el espíritu que declaraba tener dominio sobre la tierra.
El saber que somos hijos de Dios viene por revelación.
En la escritura de Marcos notamos a los ángeles sirviendo a Jesús, esto denota
que Jesús subió a un nivel de autoridad mayor por haber vencido la prueba.
Recordemos que los seres humanos fueron creados ligeramente menores que los
ángeles.
El diablo no tiene dominio ni autoridad sobre ningún territorio, el Señor es el
dueño absoluto. Jesús estaba seguro y conocía cuál era el plan original de Dios. La
.
autoridad de Dios en Jesucristo se expresó al máximo, al culminar con el sacrificio en la
cruz.
Y Jesús volvió en el poder del Espíritu a Galilea, y se difundió su fama por toda la tierra
de alrededor. Y enseñaba en las sinagogas de ellos, y era glorificado por todos.
Vino a Nazaret, donde se había criado; y en el día de reposo* entró en la sinagoga,
conforme a su costumbre, y se levantó a leer. Y se le dio el libro del profeta Isaías; y habiendo
abierto el libro, halló el lugar donde estaba escrito: El Espíritu del Señor está sobre mí, Por
cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los
quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en
libertad a los oprimidos; A predicar el año agradable del Señor.
Y enrollando el libro, lo dio al ministro, y se sentó; y los ojos de todos en la sinagoga
estaban fijos en él. Y comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de
vosotros
Lucas 4:14-21
Necesitamos saber para qué fuimos ungidos.
El Reino tiene evidencias en la manifestación del poder y del espíritu.
El Reino es Jesucristo mismo.
Y al oír Juan, en la cárcel, los hechos de Cristo,
le envió dos de sus discípulos, para preguntarle:
¿Eres tú aquel que había de venir, o esperaremos a otro?
Respondiendo Jesús, les dijo:
Id, y haced saber a Juan las cosas que oís y veis.
Los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados,
los sordos oyen, los muertos son resucitados,
y a los pobres es anunciado el evangelio;
y bienaventurado es el que no halle tropiezo en mí
Mateo 11:2-6
Habiendo reunido a sus doce discípulos,
les dio poder y autoridad sobre todos los demonios,
y para sanar enfermedades.
Y los envió a predicar el reino de Dios,
y a sanar a los enfermos
Lucas 9:1-2
.
Los discípulos operaban bajo la unción de Jesús; era una autoridad delegada
(prestada).
Sanar enfermos y liberar demonios va a la par con el establecimiento del Reino.
En cualquier ciudad donde entréis,
y os reciban, comed lo que os pongan delante;
y sanad a los enfermos que en ella haya, y decidles:
Se ha acercado a vosotros el reino de Dios
Lucas 10:8-9
Cuando sanamos enfermos es porque el Reino de Dios está operando.
Mas si por el dedo de Dios echo yo fuera los demonios,
ciertamente el reino de Dios ha llegado a vosotros
Lucas 11:20
La iglesia se ha vuelto más teológica pero menos efectiva.
Y estas señales seguirán a los que creen:
En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas;
tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera,
no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán
Marcos 16:17-18
Porque el reino de Dios
no consiste en palabras, sino en poder
1 Corintios 4:20
Tenemos que volver a la sencillez