Este día invertí tiempo en revisar papeles que tenía guardados en un antiguo archivo de madera en forma de baúl.
Hacía mucho tiempo no veía siquiera, estos viejos recortes de periódico, copias y escritos de toda índole, lo cual significa que no eran muy importantes; al menos, no los he necesitado en este tiempo. Me vi obligada a hacer esta revisión y limpieza, porque estamos reubicando personas y mobiliario; y yo estoy desalojando la que hasta hace poco era mi oficina.
En medio de tanto papel, me encontré con un recorte de periódico de 1994, donde aparecen mis dos hijos varones, como compositores de música Rock, e integrantes de una “banda”, la cual ellos nombraron en base a una leyenda que ellos mismos crearon.
Observaba aquella fotografía y leía aquel reportaje sobre mis hijos; y no podía parar de dar gracias a Dios por Su obra maravillosa en ellos, los hijos que Dios me ha prestado para devolvérselos a Él, porque son Suyos.
Después de más de trece años, esos mismos muchachos que entonces buscaban su identidad de manera equivocada, hoy día son hombres al servicio del Señor. Uno de ellos es un esposo ejemplar, padre de dos preciosos niños, arquitecto de profesión; él y su esposa son pastores de una hermosa congregación cristiana. El otro, es un lindo esposo, Ingeniero Industrial de profesión, master en educación, rector de un prestigiado Instituto Cristiano Bilingüe; ambos, él y su esposa sirven como ministros consagrados al Señor.
¿Cómo no estar agradecida con mi Padre celestial si ha sido tan bueno conmigo? Observar este cambio dramático, el enorme contraste entre lo que eran y lo que son, sólo puede producirme una inmensa alegría y gratitud. ¿Sabes qué mi querido lector? Yo no hice nada, solamente amar a Dios con todo mi corazón, Él hizo lo demás. Si tú te sientes preocupado(a) acerca de tus hijos y su futuro, te digo que para ti Hay Una Esperanza; lo único que necesitas hacer es entregar todo tu corazón al Señor y confiar que Él hará lo demás. Él es un Dios Bueno, Justo y Misericordioso.
