Mis queridos lectores, el deseo de mi corazón es que esta vez si pueda comunicarme con ustedes a través de esta columna que Diario Tiempo tan gentilmente me brinda cada semana. Quisiera decirle que “aunque usted no lo crea”, durante estas últimas cuatro semanas, debido a diferentes razones o circunstancias, he pedido a alguien más que hiciera llegar el artículo correspondiente para que fuera publicado cada lunes; pero de igual manera, si no era un asunto era otro, hubo mal entendidos, falla en el día de enviar, por alguna razón los correos no llegaron a su destino… y demás.
En el mundo natural, uno diría que esto son coincidencias, otros pensarán que fue un problema de ineficiencia o falta de diligencia; pueden darle diferentes apelativos a la situación. Sin embargo, yo pienso algo: Cada vez que lo que uno hace es de bendición para otras personas, cuando a través de un artículo podemos tocar el corazón de la gente para que ellos se acerquen a Dios o se sientan incentivados a buscar al Señor porque reconocen su necesidad, créame que el enemigo de nuestras almas no se va a quedar tranquilo, cruzado de brazos y de pierna cruzada. Seguramente el adversario tratará de usar pequeñas pero sutiles artimañas, para que se aborte el propósito divino.
Normalmente después de cuatro intentos semana tras semana, uno se desmoralizaría y diría “ya no insisto más”, pero ¿sabes qué querido lector? Esto ha sido como que me hubieran inyectado ánimo, fuerza, persistencia y todo lo necesario para insistir y no desistir, para no claudicar, para perseverar hasta el fin, creyendo que esta vez el artículo que estás leyendo ahora, llegará hasta ti y no solamente eso, sino que estoy segura que muchos que antes no lo leían, lo comenzarán a buscar cada lunes en este periódico.
Mi querido amigo, si tú estás de acuerdo conmigo que es necesario que demos a conocer a todos los lectores que nuestro Señor Jesucristo es el único Camino de bendición para morar eternamente con el Padre y disfrutar de la Vida en abundancia en esta tierra y para siempre; para ti, sin duda Hay Una Esperanza. Te bendigo y te invito a tomar hoy la mejor decisión de tu vida, sólo en Jesús hay salvación, liberación, sanidad, prosperidad y calidad de vida en general. Es muy sencillo, solamente háblale a él en este mismo instante, él te va a escuchar, porque te ama de verdad.
