El día de ayer fuimos con mi esposo a una tienda de la ciudad, en busca de una cama semi-ortopédica tamaño “Queen”, para una de nuestras hijas. En cuanto llegamos a la tienda, varios jóvenes se apresuraron para atendernos, uno de ellos se adelantó y comenzó a ofrecernos una de las camas en particular, mencionando todas las bondades de la misma, pero sobre todo el beneficio de tener un precio especial de oferta, a casi la mitad del precio regular; luego nos habló de un descuento adicional si en ese momento hacíamos la solicitud de una tarjeta de crédito de la tienda, la cual sería aprobada en término de 20 minutos. Todo esto nos pareció muy bien pues aparte de todo lo que nos estaba ofreciendo, pudimos comprobar la buena calidad de la cama, la cual además contaba con una garantía por diez años; además, el joven nos aseguró que nos harían la entrega de la cama esa misma tarde.
De manera que aceptamos y procedimos a llenar la solicitud de crédito. Pasados varios minutos nos comunicaron que “no tenían sistema” y tendrían que hacer el trámite de la solicitud de la tarjeta, manualmente. Una vez que nos aprobaron la tarjeta, pasamos a que nos facturaran la cama. ¿Qué cree usted que pasó? El joven nos dice que no tienen esa cama en tamaño “Queen”, que va a verificar en otra tienda y en Tegucigalpa; todo fue en vano, no la tenían. Es increíble, después de esperar otros cuantos minutos, tuvimos que optar por otra cama que no era la que nos gustaba realmente, sólo tenía ocho años de garantía y era más cara; pero eso no es todo, resulta que la entrega sería hasta el día siguiente. Por si fuera poco, gastamos más de una hora en la tienda.
Esta lección me sirvió mucho, sobre todo para aprender y desarrollar paciencia; me preguntaba yo ¿Cómo pueden ofrecer algo que no tienen? ¿Por qué no cerciorarse antes de que tienen el producto en existencia para no crearle falsas expectativas al cliente? Bueno, tuve que ser flexible una vez mas y sencillamente confiar que mi Dios estaba en control aun de esas pequeñas cosas.
Mi querido lector si esto te ha pasado a ti alguna vez, seguramente que para ti Hay Una Esperanza, porque todos estos pequeños detalles que ocurren en nuestra vida, aportan elementos de proceso y formación para nuestro carácter; créeme nuestro Dios está en control, si tú sabes que tu vida está escondida en Dios. Si aún no has entregado tu corazón al Señor, hoy es un buen momento para hacerlo, es sencillo, solamente díselo a Él, para que a partir de este momento, tú tengas Quien dirija tu vida y te conduzca a tu destino; entonces, todo lo que te ocurra será usado para bien de tí mismo.
