Yo estoy convencida que lo que dice la Biblia es verdad; hay un verso que ha sido muy real en mi vida: Porque a los que amamos a Dios, todas las cosas nos ayudan a bien.
El día de ayer me llamó por teléfono un hijo espiritual, quien vive en otra ciudad. Este joven fue tocado por Dios a través de uno de mis libros, y de esa manera vino al conocimiento de Cristo; cuando acababa de tener ese encuentro especial, tuvo un fuerte accidente en la carretera, quedando en un estado de salud muy delicado, además de que le extrajeron el bazo. Desde ese tiempo, hace unos doce años, su proceso de digestión quedó alterado; no podía comer nada caliente, ni tampoco comer muy tarde porque le afectaba mucho.
Resulta que hace unos meses, este joven varón de Dios, fue a una misión a La Mosquitia ; acá se enfermó, los síntomas eran muy molestos, pero al llegar a la ciudad de La Ceiba , el médico le indicó una endoscopía. Finalmente se descubrió que los síntomas eran debidos a una hepatitis.
Me contaba este hijo que cuando le introdujeron el aparato con el cual se hace la endoscopía, este involuntariamente colocó su estómago en su lugar, el cual había quedado levantado y presionando el esófago, desde el tiempo del accidente. A partir de ese momento, este joven puede comer caliente, tarde, como sea y su estómago digiere todo perfectamente.
Esta es una muestra muy elocuente de que todas las cosas ayudan a bien, para aquellos que amamos a Dios; aun las situaciones que parecieran negativas.
Yo te invito este día a que te decidas por amar a Dios, porque eso te garantizará que en todo lo que te ocurra, la mano de Dios estará sobre ti para que te vaya bien.
