TEMAS DE OPINIÓN

El Señor Me Sanó

Noviembre 3, 2008


Mis queridos lectores, quiero comentarles acerca de algo muy interesante que acaba de ocurrir. Como algunos han de recordar, recientemente estuvo mi madre con nosotros, para hacerse unos chequeos médicos exhaustivos; entre otras cosas, le fue diagnosticado un nódulo en la tiroides, el cual fue palpado por el doctor, inmediatamente, por lo cual le indicó hacerse un ultrasonido y unos análisis de sangre para investigar los niveles de hormonas tiroideas. Le practicaron dichos exámenes y ambos mostraron la existencia del nódulo, el cual pudimos apreciar en el ultrasonido que era muy grande. Al volver con dichos resultados donde le internista, le indicó que al volver a su ciudad, Choluteca, tratara de hacer una cita con un médico en Tegucigalpa, para hacerle una biopsia por punción y determinar la condición del mismo. Mi madre regresó a Choluteca y desde allá hizo la cita y mis hermanos la llevaron para hacerse la biopsia. Yo estaba muy pendiente del resultado por lo cual llamé, calculando que ya hubiesen salido de la consulta con el doctor. Me contestó uno de mis hermanos, quien iba manejando y me dijo, le paso a mi hermano para que le explique, no me alarmé, pues el tono de su voz era tranquila; luego mi otro hermano tomó el teléfono y me dijo: Esto está raro, el internista no le pudo palpar nada, no le encuentran el nódulo, tiene que ser diminuto, si acaso… Le dije, no Rafa, era muy grande, yo lo ví en el ultrasonido, además los niveles de hormonas estaban muy alterados, pero podemos creer que el Señor la ha sanado. Inmediatamente mi madre levantó su voz y dijo: Eso les digo yo, que el Señor me sanó, pero no me quieren creer, ellos se ríen de mi. Bueno mis amados, la gente que no conoce el poder de Dios, se puede reír si quiere, pero nosotros sabemos que nuestro Dios es Poderoso para sanar, para poner órganos nuevos y para extraer los que ya están malos. Si tu puedes creer que nuestro Dios es Sanador, para ti Hay Una Esperanza. Hoy puede ser tu día de salvación y de sanidad total, sólo tienes que creerlo y confesarlo.

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