La vida es un lapso tan corto dentro de la eternidad, que vale la pena vivirla intensamente, en paz, en armonía con los demás seres humanos, disfrutando todo lo bueno que Dios nos ha dado en esta tierra.
Para muchos, la muerte llegó sin avisar, quizás no tuvieron tiempo para prepararse en el viaje hacia la eternidad; por eso mi querido lector, te recomiendo que vivas el día de hoy, como si fuera el último sobre este planeta.
En mi tierra natal, Choluteca, un líder político muy conocido en el sur, iba hacia su hacienda, a la entrada de la misma, vio un tubo atravesado y por su don de servicio, bajó de su auto para apartar el tubo del camino. Inadvertidamente el extremo del tubo tocó un cable de alta tensión, quedando este hombre, electrocutado de inmediato.
¿Quién iba a decirle a este exitoso líder, que ese día tenía cita con la muerte? Todo ocurrió en un inesperado momento, en un instante.
Pocos días después ocurrió el accidente del avión de TACA, donde perecieron personas que venían de un evento importante; y otros que sencillamente pasaban por la carretera. Ninguno de ellos al levantarse ese día, pensó en lo que podía ocurrirles más tarde.
No pretendo alarmarte ni producirte temor, al contrario mi querido lector, te pido que medites acerca de la importancia de estar espiritualmente preparado para el encuentro con nuestro amado Salvador y Señor, Jesucristo.
Si tú deseas empezar tu preparación hoy mismo, para ti Hay Una Esperanza; comienza por decirle al Señor Jesús que tú lo reconoces a El como el único y suficiente Salvador de tu alma. Platica con el Espíritu Santo y dile cuanto lo necesitas en tu caminar, abre las puertas de tu corazón y pídele que dirija tu vida en todas las áreas.
De aquí en adelante, tu vida estará escondida en Cristo y nadie podrá hacerte daño; nada te ocurrirá que nuestro Dios no lo permita; y si Él lo permite, es porque algo bueno quiere producir en tí. Te felicito si tomaste la decisión, ahora estás en las mejores manos, en las únicas manos seguras.
