TEMAS DE OPINIÓN

¡Increíble!

Septiembre 22, 2008


Mi esposo y yo decidimos aprovechar los cinco días de feriado del mes de septiembre, en el colegio, para salir de paseo con nuestras hijas. Debido a que también había una oferta para viajar a Miami usando millas y multimillas, aprovechamos a llevarlas a Miami, pues ellas deseaban comprar algunas cosas, entre otras, zapatos y ropa. El tiempo se nos fue volando, llegó el día de regresar, así es que esa mañana, decidimos pasar desayunando en un restaurante IHOP que nos quedaba camino al aeropuerto. Tuvimos que dejar el carro cargado con las cinco maletas, las cuales se veían a través del vidrio, para bajar a desayunar. El carro que nos habían asignado en la arrendadora de autos, no cerraba las puertas automáticamente, sino que había que hacerlo manualmente. Cuando ya habíamos pedido nuestro desayuno, mi esposo como dirigido por el Espíritu Santo, sintió la inquietud de que se hubiera quedado alguna puerta sin seguro; de manera que se levantó de repente. Cuando salió del edificio, desde lejos divisó a un ladrón queriendo abrir con un desatornillador, la puerta izquierda delantera (la del chofer); desde lejos mi esposo le gritó al hombre, quien rápidamente se subió a un carro que lo esperaba, estacionado a la par. Cuando mi esposo revisó, vio que había dañado el llavín de la puerta, pero lo más tremendo es que tanto la puerta derecha trasera, como la del maletero estaban sin seguro (se habían quedado abiertas). Mi querido lector, para este momento estarás diciendo ¡increible!, pues si mi amigo, debes creer que para ti también Hay Una Esperanza. Sólo el Señor pudo hacer posible que este hombre ni siquiera revisara las puertas; el Señor guardó nuestras cinco maletas y la computadora Lap Top. Definitivamente mi Dios es nuestro protector, cada día puedo comprobarlo mejor.

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