TEMAS DE OPINIÓN

Papeles Cambiados

Diciembre 1, 2008


Mis muy queridos lectores, quiero comentarles algo que me ocurrió en nuestro pasado viaje al sur de Argentina. Nos invitaron a una reunión en una comunidad cercana llamada Cinco Saltos. Este sector es totalmente agrario, cultivan cerezas, manzanas y peras; a estas fincas ellos les llaman "chacras". Nuestra amiga argentina que nos acompañó me dijo, váyase lo más cómoda posible, porque después de la reunión nos van a llevar a comer a una "chacra". Busqué mi ropa más cómoda, jeans, una blusa tejida, zapatos tennis con calcetas. Mi esposo y yo bajamos de nuestra habitación del hotel y nos dispusimos a esperar a la persona que nos iba a recoger, en la acera; debido a que no había mucho estacionamiento afuera del hotel y no queríamos que tuvieran atraso. Después de un buen rato, se medio estacionó un carro en la esquina, se bajó un hombre elegantemente vestido, de traje obscuro, corbata, con un aspecto de ejecutivo. El hombre me quedó viendo de arriba hacia abajo y me preguntó, ¿La Dra. Emma de Sosa? Ya que no nos conocíamos, le dije "sí." Me quedé viendo su vestuario y el mio y le pregunté ¿quiere que nos cambiemos ropa? él dijo, no ¿Por qué van a hacerlo? Mientras íbamos conversando en el carro con este hombre elegante, nos dimos cuenta que era el pastor de la iglesia donde yo iba a compartir la Palabra. Al ir platicando un poco más nos dijo: En una ocasión "fulano de tal" quien siempre se viste muy informal, estaba vestido muy elegante y le pregunté ¿Y eso qué es? ¿qué pasó? y él me dijo: esto es parte del protocolo internacional, cuando vayas a recibir a un ministro del extranjero, debes vestirte así. Tan pronto terminó la reunión, este pastor, salió corriendo hacia su casa, se quitó aquella ropa y se vistió como él realmente es: Camiseta, shorts, sandalias... ¡se le veía tan contento y libre! Mis queridos lectores, ya podrán captar cuan tremendo es esto; cuando uno quiere hacerse como el otro y al encontrarse ven como si los papeles se hubieran cambiado. Es importante ser como somos y en todo caso, ser dirigidos por el Espíritu Santo aun para vestirnos, y no hacer caso de lo que nos dicen que debemos hacer, si no lo que Dios nos dice que hemos de hacer. Mi querido amigo para hacer eso, primero necesitas ser lleno del Espíritu Santo, para ello sólo necesitas entregar tu corazón al Señor. Si deseas hacerlo, para tí Hay Una Esperanza.

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