TEMAS DE OPINIÓN

Parientes

Diciembre 23, 2013


En estos días, un grupo salió de La Lima hacia mi ciudad natal, Choluteca, para impartir un entrenamiento durante el día y por las noches adorar a Dios en el Parque central. El grupo estaba dirigido por mi hijo y su esposa, por lo cual ellos y mi nietecita se quedaron en casa de mi madre. Debido a ello, hubo momentos en que todo el grupo estuvo compartiendo con mi madre y en una ocasión salieron todos juntos a pasear. Para mi sorpresa, uno de los muchachos que iba, se sintió muy atraído y encariñado con mi mamá, debido a que él nunca compartió con una abuelita; los abrazos apretados y las varias fotos, le hicieron mucho bien no solamente al joven, sino también a mi mamá. Un día, mientras yo meditaba, recibí en mi corazón algo que venía de Dios mismo, que para que los niños crezcan sanos emocionalmente es necesario que estén rodeados de abuelos y tíos. Hay muchas personas en este mundo, que no han conocido a sus parientes, por diferentes razones; pero no hay de qué preocuparse, siempre Hay Una Esperanza. Existen personas que a su vez tienen la particularidad de ejercer dicha función o jugar ese rol, quienes pueden ser usadas para suplir ese afecto que nos faltó. Pero sobre todas las cosas, para una vida estable que denote identidad y seguridad, es importante que las personas hayan crecido con el afecto de ambos padres; no sólo que hayan estado presentes, sino que les hayan manifestado su amor. Manifestar amor está relacionado no solamente con expresiones de afecto, sino con disciplina, consejo, cuidado, protección y corrección. Dios determinó que el varón y la mujer juntos fueran la imagen y semejanza de Dios en la tierra; por eso los niños aprenden a conocer a Dios a través de los padres. Cuando la imagen es incompleta o distorsionada, es decir, que el hogar sea disfuncional, ese es el concepto que ellos tendrán acerca de Dios. Aunque posteriormente ese niño o niña al crecer pueda encontrarse con personas que jueguen ese papel en su vida; la identidad verdadera solamente la podrá recibir de Dios mismo, manifestado a ellos en forma personal y particular. Mi querido lector, es posible que tú seas de esas personas que tuvo un padre ausente o una madre que trabajaba siempre; o quizás nunca conociste el abrazo caluroso de un abuelo o tío. O tal vez tú seas una persona que aún no ha conocido el amor de un hijo, en cualquiera de las situaciones o circunstancias, para ti siempre Hay Una Esperanza, en Dios mismo, por Su Espíritu Santo, tú puedes recibir todo lo que te hizo falta, porque en Él estamos completos.

Ver Todos los Artículos