Mis queridos lectores, que bueno es comunicarnos una vez más; gracias por esperar con mucho anhelo, el periódico “Diario Tiempo” cada lunes, para buscar esta su columna.
Quiero comentarles acerca de una visita que tuve esta mañana; se trata de una linda jovencita, que apenas si sobrepasa los veinte años de edad por varios meses. Pocas veces he conversado con una joven tan madura, tan dulce, tan alegre y tan llena de vida y proyectos, como ella.
Bueno, todo esto quizás a usted no le impresione; porque lo impresionante de ella, es que mantiene su carácter jovial y vibrante, aunque usa de forma permanente una silla de ruedas, ayudada por su padre o su hermano; además usa siempre una sonda urinaria, debido a que no tiene actualmente sensibilidad en el tejido nervioso de la parte inferior de su cuerpo.
A pesar de esta situación, la cual estamos seguros que es temporal; ella tiene un fuerte deseo de vivir, de servir, de amar, de casarse; creyendo con fe activa, que ella pronto podrá hacer una vida normal.
¡Cuán importante es la actitud del corazón! ¡Qué determinante es la visión ante la vida!, pero sobre todas las cosas ¡Cuán valioso es el nivel de fe con que enfrentamos las situaciones que nos toca vivir!
Mi querido lector, hoy es un buen momento para meditar en nuestra actitud ante la aparente adversidad, o frente a las situaciones duras o pesadas.
Es posible que hoy quieras tomar decisiones determinantes sobre un cambio de actitud; si eso es así, te felicito, porque para ti “Hay Una Esperanza”.
Declaro en este día que no vas a murmurar, ni te vas a quejar, sino que vas a bendecir a Dios y alabarle por todo lo bueno que Él es. Te garantizo que pronto tu situación va a cambiar.
