Hola mis queridos lectores, aquí estamos un lunes más comentando acerca de todas aquellas cosas, en medio de las cuales podemos ver que siempre Hay una Esperanza.
Hace unos cinco años aproximadamente, conocí a una joven mujer americana, quien había salido del mundo de las drogas, pero que ahora estaba restaurada por el Señor; ella se interesó en venir a nuestro país para mejorar su Español, a la vez que iba a laborar como asistente de una de las maestras de primaria en nuestra Escuela Bilingüe.
Esta mujer especial de Dios, logró su deseo, viajó para quedarse con nosotros durante tres meses. Cada día, al terminar sus labores en la Escuela , ella iba a nuestra casa para almorzar y ayudarnos un poco con los quehaceres.
De esta manera, ella y nuestra hija adoptiva Fátima, se conocieron e hicieron buena amistad.
El día de hoy, mi hija Fátima está dando a luz a dos gemelitas, en una ciudad de Tabasco, México; donde ella vive con su esposo y su hijito de casi tres años. Al estar lejos de la familia, Fátima va a necesitar mucha ayuda en estos próximos días, pero ¿qué creen? Aquella joven americana oró a Dios porque quería ir para ayudarla, Dios le proveyó el boleto de avión y hoy mismo salió de Los Ángeles hacia Villahermosa, Tabasco.
No cabe duda que Dios lo tiene todo bien programado, Él conoce lo que va a pasar cinco años más tarde, diez años más tarde y por siempre. No debes de preocuparte de lo del día de mañana porque nuestro Dios tiene todo bajo control.
Cada situación que ocurre, o cada persona que conoces puede tener una repercusión especial en tu vida, porque para ti en Dios siempre Hay Una Esperanza.