Queridos lectores, es bueno comunicarme con ustedes nuevamente; son muchas las personas que me encuentro en lugares públicos y me comentan que no dejan de leer esta columna cada lunes.
El día de hoy estamos esperando a muchos visitantes de diferentes localidades y nacionalidades, que participarán de una conferencia que hemos programado para edificación de los que asistan.
Este Seminario lo anunciamos hace unos dos meses, a los que pudieran estar interesados, pero como suele suceder, la mayoría de las personas avisaron hasta hace dos días, otras hasta el día de hoy.
Es increíble darnos cuenta, como las personas no tienen concepto de todas las situaciones y dificultades que tiene que pasar la encargada de acomodarlos para atenderlos correctamente. Cuando ya habíamos hecho el último esfuerzo por ubicar a quien se agregó al final, surgía alguien más.
La recomendación que yo quiero darles este día es que ustedes mis queridos lectores, no piensen solamente en ustedes mismos, sino que piensen en los demás; que se pongan en su lugar, que piensen en las dificultades que ustedes pueden ocasionarles si no hacen las cosas en el tiempo correcto, que sean responsables y considerados.
Es bueno tomar en cuenta que no debemos hacer a otros lo que no nos gusta que nos hagan a nosotros. Si tú actúas siempre así, tomando en consideración a los demás, para ti Hay Una Esperanza.
Si acaso tú no lo has hecho hasta este día, pero este artículo te ha hecho reflexionar y dices: De hoy en adelante voy a tomar en cuenta que mi irresponsabilidad puede afectar a otros, deseo cambiar, deseo respetar y amar a mi prójimo como a mí mismo; definitivamente para ti Hay Una Esperanza; debes comenzar dejando que el amor de Dios te llene, para que fluya a través tuyo. Te felicito, porque es un día hermoso para comenzar a cambiar, bendiciones a tu vida.