TEMAS DE OPINIÓN

Matrimonio en el Señor

Junio 8, 2009


Hoy es lunes ocho de junio y me parece que fue ayer, cuando en una fecha como esta, hace veinticinco años, nos casamos mi esposo y yo.  Las condiciones eran totalmente diferentes de las actuales, yo era una profesional de la Química, era propietaria de una farmacia en mi ciudad, mi esposo ingeniero agrónomo trabajaba para un banco de San Pedro Sula, a tan sólo quince minutos de La Lima, donde íbamos a vivir. Esa noche en que nos casamos, también estábamos inaugurando la casa casi terminada, después de mucha dificultad.  En ese tiempo, ni mi esposo ni yo nos habíamos encontrado con nuestro Salvador Jesucristo.  Nuestros únicos invitados eran los testigos de la boda, quienes eran el mejor amigo de mi esposo y la mejor amiga mía; y mis padres que estaban allí por la inauguración de la casa. Como la casa era nueva, la noche de bodas, la presión de agua era tan fuerte, que se reventó la manguera de agua que alimentaba al refrigerador, de manera que pasamos esa noche sacando agua de la sala, porque nos inundamos.  Quiero pensar que fue una señal profética de la enorme bendición que nos estaba esperando. Todo ha cambiado para nosotros, pero reconozco que ha sido única y exclusivamente por la misericordia y la mano poderosa de nuestro Dios.  Yo quiero aprovechar para dar gracias públicamente al Dador de la vida, de Quien hemos recibido todo lo bueno; pero sobre todo quiero decirle a los jóvenes que tienen planes de casarse, que busquen primero el amor de Dios, porque con él, todo va a ser bendición; quiero evitarles muchos problemas y sinsabores al decirles que reconozcan hoy a Jesús como Su Salvador, que lo hagan a él el centro de su vida y por ende de su hogar. Quiero recomendarles a los casados de varios años que hagan lo mismo, porque en Cristo siempre Hay Una Esperanza y aunque piensen que ya su matrimonio no puede mejorar, o que no hay mucho por hacer; les aseguro que con el Señor, tendrán “Un Nuevo Amanecer” en su hogar.  Los bendigo a todos, solteros y casados, a mis lectores queridos, con quienes tenemos contacto cada lunes.

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