TEMAS DE OPINIÓN

Sembrando y Cosechando

Agosto 3, 2009


Bendiciones mis queridos lectores, es bueno comenzar un nuevo día y una nueva semana, creyendo y declarando que este es el día en el cual nuestro Dios será visto en medio nuestro. Quiero comentarles algo que espero les será de edificación: Hace unos días fui con mi familia a visitar a mis suegros en la ciudad de El Progreso; de pronto, en medio de nuestra conversación, escuchamos la voz de un varón que llamaba a mi suegra por su nombre.  Mientras mi esposo salía para atenderle, mi suegra me comentó acerca de quién era él. Resulta que hace un tiempo, este varón vivía con su señora y la hermana de ella, en una pequeña casita para el servicio, de la casa vecina; los nuevos inquilinos de esa casa les pidieron desalojar dicho lugar.  Mi suegra, quien es una mujer muy misericordiosa y sensible a las necesidades del prójimo, pidió a su esposo la autorización para que ellos pudieran vivir en la planta alta de la casa donde mi suegro tiene su despacho legal; esto es a la par de su casa de habitación. Lo hermoso de este asunto es que yo oraba que Dios pusiera vecinos o alguien cercano a mis suegros para tener cuidado de ellos, ya que ellos son mayores.  Nuestro Buen Dios, permitió que estas personas encontraran alojamiento, pero sobre todo, mis suegros tienen ahora a alguien muy cerca, que está pendiente de ellos. Querido lector, te insto para que siembres y hagas el bien sin mirar a quien, porque eventualmente, más temprano que tarde, vas a cosechar. Las leyes espirituales de nuestro Padre celestial son realidad para nuestras vidas.  Todo lo que el hombre siembra, eso también cosechará.  ¿Estás sembrando ya? Entonces para ti Hay Una Esperanza, porque muy pronto vas a cosechar.

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