TEMAS DE OPINIÓN

Volviendo a Casa

Agosto 31, 2009


Este hermoso día declaro que la vida y la paz de Dios inundan nuestra tierra y nuestra nación; es bueno estar en casa, después de una gira de una semana, tiempo en el cual estuvimos sirviendo a Dios. No sé si ustedes mis queridos lectores han experimentado esa sensación; nos gusta salir, conocer otras personas, otros lugares, comer diferentes comidas, ser atendidos por personas que aprecian lo de Dios en nosotros.  En fin, es una experiencia muy hermosa e interesante,  pero creo que todos llegamos al punto en que decimos “ya quiero volver a casa”. Llega uno a su país, a su aeropuerto, a su ciudad, y a pesar de que hay que hacer una larga fila para pasar migración y luego otra para recoger las maletas, además no permiten al carro que te va a recoger que se acerque a la terminal; pero no importa, ya vamos a casita. En casa están tus hijos esperando, hay frijolitos recién cocidos y tu sillón preferido; tu camita y tu almohada que ya tiene la forma de tu cabeza… la verdad es que no hay lugar mejor que estar en casa. Cuando medito que espiritualmente mi casa está en el cielo, que de allí vengo y para allá voy; estoy segura que mi espíritu lo anhela y no habrá lugar mejor para pasar la eternidad que en casa al lado de mi Padre y los que son mi familia, porque fueron lavados por la sangre de mi hermano mayor Jesucristo. Mi querido amigo, si ya estás preparando tu corazón para volver un día a “casa”, para ti Hay Una Esperanza.   Si no lo habías visto así, te animo a que hoy mismo comiences a enfilarte hacia tu rumbo de destino; volver a casa con Papá.  Para eso sólo tienes que creer y recibir hoy en tu corazón lo que Jesucristo hizo por ti, derramó Su sangre, para presentarte sin pecado delante del Padre.  Recuerda que para ti también Hay Una Esperanza.

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