TEMAS DE OPINIÓN

Nuestros Anhelos

Septiembre 21, 2009


Les saludo queridos lectores con mucho cariño en este precioso mes de la patria, tan oportuno para bendecir una y otra vez a nuestra querida nación, Honduras, tierra amada llena de gente especial. Quiero contarles una historia sencilla pero interesante, que estoy segura les va a edificar.  Me cuenta mi esposo que hace más de veinticinco años, cuando él trabajaba en agronomía, iba con frecuencia a un beneficio de arroz en el sector de El Progreso, carretera a Tela.  Cada vez que llegaba a ese lugar en particular, le gustaba observar al dueño del beneficio, sentado a la entrada del mismo, con un saco lleno de mangostines, los cuales este hombre disfrutaba y sacaba tarea comiendo uno tras otro.  Como ustedes deben saber, esta fruta es considerada exótica, es manjar de reyes y es muy costosa.  El mangostín o mangostán, es una planta traída de La India. Mi esposo pensaba que algún día él se daría el gusto de estar como aquel hombre, disfrutando de todo un saco de esa deliciosa fruta; aunque parecía un sueño. Una vez, mi esposo fue al Jardín Botánico de Lancetilla y compró varias plantitas de mangostín.  Pasaron los años en que la planta tuvo su crecimiento normal y ya está dando abundante fruto, de manera que en tiempo de producción, mi esposo trae muchos frutos de mangostines para disfrutar en casa y para regalar.  La semana pasada él estaba sentado sobre una banca de madera en el porche de entrada a nuestra casa, a sus pies un saco lleno de mangostines y él disfrutándolos uno a uno. Quiero decirte mi querido lector que cuando uno desea algo, lo piensa, lo declara y se lo propone, lo puede lograr.  Este es solamente un sencillo ejemplo de ello, pero quiero decirte que esto es verdad para lo espiritual al igual que para cosas materiales. Si estás pensando en este momento en todas aquellas cosas que quisieras lograr o aquellas que piensas alcanzar en tu vida, para ti Hay Una Esperanza.  Te quiero invitar a que hoy pienses en grande y anheles aquellas cosas que parecen imposibles, pero que en Dios las puedes realizar. Este día te invito para que abras tu corazón y le permitas al Espíritu Santo que te llene de Su amor y de Sus deseos, para que anheles lo que ya está en la mente de Dios para tu futuro; porque los pensamientos de Dios siempre son de bien para ti.

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