TEMAS DE OPINIÓN

Creer en uno Mismo

Febrero 22, 2010


“Y tal confianza tenemos mediante Cristo para con Dios; no que seamos competentes por nosotros mismos para pensar algo como de nosotros mismos, sino que nuestra competencia proviene de Dios” (2 Co. 3:4,5). Relata la historia que cierta vez un niño deseaba ser cantor, sin embargo su maestro de canto se mofaba de como sonaba al oído la voz de aquel niño.  Su madre sin embargo, puso todo su corazón, y creyó que era posible que el sueño de su hijo se convirtiera en realidad.  Ella se dispuso a invertir en aquel ideal; inclusive tuvo ella que andar descalza para pagar otro maestro que enseñara canto a su hijo.  Ese niño se convirtió en un famoso cantante de ópera, su nombre es Enrico Caruso. Quizás usted no ha tenido quien crea en usted, a lo mejor usted mismo se ha limitado por su debilidad o aparente incapacidad; es necesario que empiece a creer en usted mismo, o más bien, en la habilidad y capacidad que Dios depositó dentro de usted, en los talentos que hasta ahora han estado dormidos, pero que si usted lo cree, pueden desarrollarse y manifestarse. Nunca se es demasiado joven y mucho menos demasiado viejo para hacer o emprender tal o cual cosa o empresa.  El espíritu dentro de nosotros no tiene edad, no importa la edad cronológica del cuerpo físico.  En el espíritu está la vida, esa vida es la que provee el empuje necesario para surgir, para avanzar, para esforzarnos, para no desmayar ni darnos por vencidos. Basados en la anterior realidad, es necesario alimentar ése hombre interior, ese hombre espiritual que tiene una visión ilimitada, que cree que todo es posible si se puede creer.  Además de alimentar ese espíritu, es necesario tener metas y visión, por supuesto metas que van siendo movidas hacia adelante, en la medida que se van alcanzando otras. Al hablar de este tema que tanto motiva las fibras más internas de nuestro ser, no estamos limitándonos a cosas o situaciones materiales, muy por el contrario, estamos refiriéndonos a situaciones que son inalcanzables a través del dinero o la simple compra venta; hablamos de algo más profundo, que va más allá de la dimensión natural que puede alcanzar la lógica humana.  Es necesario levantar nuestros ojos y ver a lo invisible, contemplar el horizonte ilimitado que está delante de nosotros, teniendo un Dios omnipotente, que no tiene principio ni fin y mucho menos tiene límites. Querido amigo, si es usted uno de esos que necesita lanzarse a creer en usted mismo, o tal vez en la habilidad de Dios en usted o en los demás, descúbrala a través de la vida de Cristo en usted  ¡Abra hoy su corazón a El!.

Ver Todos los Artículos