Queridos lectores me gozo en saludarles y bendecirles otra vez. Hace unos días recordaba y comentaba con alguien que, mis padres se casaron un día 31 de diciembre para aprovechar la fiesta anual del Casino de la ciudad, porque no tenían dinero para hacer una fiesta privada. Eso podría sonar a tacañería o a buena administración, según como se quiera ver; sin embargo, en la medida en que camino con mi Dios voy aprendiendo más acerca de Su preciosa naturaleza y carácter. Él siempre desea enseñarnos más y más de Su corazón.
Resulta que hace unos pocos días mi esposo y yo cumplimos 26 años de casados; el plan era ir a cenar o hacer algo juntos, pero en el Ministerio, los asuntos de Dios son más importantes; surgió algo urgente y tuvimos que posponer la celebración. Sin embargo, justo ese día, alguien que ignoraba acerca de nuestro aniversario nos envió una deliciosa torta de pan, la cual compartimos esa misma noche con aquellos con quienes estuvimos reunidos.
Al día siguiente teníamos una actividad espiritual en un hotel de la ciudad de San Pedro Sula, por lo cual al final tuvimos unos exquisitos bocadillos; había una mesa engalanada con un hermoso arreglo floral, el cual me regalaron para llevar a casa.
Entendí que Dios es Soberano del tiempo y de las cosas; que Él nos sorprende, nos hace regalos, nos celebra, no importa cómo ni a través de quien.
Muchas veces nosotros queremos limitar las situaciones a las fechas del calendario por el cual nos regimos en la tierra; pero nuestro Dios es el Dios de los tiempos y de los calendarios y los relojes. Nuestro Dios vive en eternidad, Él mismo es Quien marca los tiempos.
No nos debemos desesperar cuando no podemos lograr una u otra cosa en el día o la hora que creemos debería ser o hacerse; necesitamos ser flexibles en Dios, para adaptarnos nosotros a Su tiempo, no queriendo forzarlo a Él al nuestro.
Si puedes entender que Él es el Dios de toda provisión, para ti Hay Una Esperanza. Toda buena dádiva proviene de nuestro Señor. Si tienes esa seguridad, entonces Él te enviará todo lo necesario de acuerdo a Su voluntad.
Te invito hoy a entregar toda ansiedad a tu Padre celestial, a descansar en Él, sabiendo que Él es tu reposo, tu día de reposo es Jesús; Puedes esperar de tu Dios todo lo bueno y todo lo puro para disfrutarlo.
No trates de meter a Dios en tu calendario, no lo ciñas a tu reloj, deja la libertad para que Él te sorprenda.