Queridos lectores de esta columna semanal “Hay Una Esperanza”, les saludo con mucho cariño desde una pequeñita ciudad de los Estados Unidos. Esta es una región agrícola por excelencia, aunque hay un poco de ganado también; los restaurantes y los centros comerciales están casi desiertos, por lo que se sienten sumamente fríos en todo sentido.
Estaba meditando acerca de las atracciones que ellos tienen en estos lugares, hay centros a los que ellos llaman “Petting Zoos”, son un tipo de zoológico donde las personas pagan una cuota de admisión para que los niños puedan sobar una vaca, o cepillarle el pelo a un caballo, o tocar un cerdo, o darle de comer a un conejo.
Nuestros niños en Honduras, crecen alrededor de los gatos, perros, gallinas, caballos y vacas; ellos no necesitan pagar para tocarlos, para ellos no es una atracción, sino más bien una responsabilidad darles de comer o cuidarlos.
Pienso sin embargo, que nosotros como hondureños podemos tomar ventaja de nuestra cultura y costumbres, para aprovechar el deseo que tienen los extranjeros de tener la experiencia y aun de pagar por ella, la cual nuestros niños adquieren de forma natural y gratuita.
Lo que quiero decirte mi querido lector es que nosotros debemos aprovechar al máximo lo que Dios nos ha dado, no para verlo como una etiqueta de ser del tercer mundo, sino como para ser de bendición a otros que necesitan lo que tenemos.
Un problema cultural en el pasado ha sido sentirnos como desprotegidos, necesitados: pero es tiempo de despertar, de manera que al abrir nuestros ojos nos demos cuenta que somos ricos y bendecidos, que tenemos mucho de lo que otros desean.
Mi querido lector, espero que en este momento ya estés haciendo una lista mental de todo aquello que Dios te ha dado y que puedes poner a la disposición de otros; comienza por pensar en la salvación que Jesucristo te dio gratuitamente en la cruz, puedes empezar hoy a presentarla a otras personas, que tanta necesidad tienen de encontrar la felicidad, la salud, la prosperidad y todo lo que el Padre nos ha dado como herederos Suyos.