TEMAS DE OPINIÓN

La Oración Efectiva

Septiembre 27, 2010


Queridos lectores, quiero bendecir sus vidas este día, saludándoles a través de esta su columna semanal. Quiero comentarles acerca de una persona muy querida para mí, ella es una mujer especial, casada, madre de cuatro hijos, dos de ellas ya universitarias.  Esta mujer comenzó con malestares en su estómago, dolor abdominal y pérdida de peso.  Después de visitar varios médicos y de practicarle muchos análisis, la refirieron a la capital, donde le harían otra serie de análisis. Después de varios días de interconsultas y exámenes, los médicos determinaron que ella tenía un tumor en su estómago y que era necesario extirparle el 60% de dicho órgano, lo cual obviamente puso muy preocupada a toda la familia.  La cirugía estaba programada ya, pero en el último momento uno de los médicos dijo ¿por qué no le hacemos un Tac del estómago? Nada nos cuesta, tenemos todo a la mano. Mientras todo esto ocurría en Tegucigalpa, la Iglesia oraba sin cesar por la salud de ella.  Le realizaron el examen sugerido y para sorpresa de todos, ella no tenía ningún tumor, solamente se observaba un engrosamiento de las paredes del estómago.  Ella fue librada de la operación y todos estamos muy agradecidos con el Señor por Su obra maravillosa. No cabe duda que la oración es efectiva; cuando varios hijos de Dios unidos en propósito claman en una sola dirección, algo ocurre en los aires que cambia el ambiente y aún tiene un efecto sobre las circunstancias.  Todos los órganos son creados por lo tanto tienen que someterse a Aquel que los creó, pero nosotros debemos creer y declarar esta verdad para que esto ocurra. Mi querido lector, tal vez tu caso no tiene que ver directamente con salud o con decisiones tan cruciales, para el resto de tu vida; pero sea cual sea tu condición, quiero decirte que para ti Hay Una Esperanza, si puedes creer. Yo te invito a que pongas hoy toda necesidad delante del Señor, que te atrevas a creer que todas las circunstancias se van a alinear al Nombre de Jesús, porque en Su Nombre hay salud, hay virtud, hay poder.

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