TEMAS DE OPINIÓN

Todas las Cosas Nos Ayudan a Bien

Septiembre 20, 2010


Bendiciones para ustedes mis queridos lectores, deseando que en estos días de fiestas patrias, podamos todos hacer declaraciones a favor de nuestra linda nación; que solamente salgan palabras para bendecir nuestra tierra. Definitivamente que el presente es nuestro, pero el mañana sólo Dios lo conoce; quiero relatarles acerca de una familia a la cual queremos mucho.  El jefe de familia es un hombre muy noble, con un corazón tratado por Dios para producir dulce fruto.  Su esposa es una mujer líder en todo aspecto, por lo cual ha tenido posiciones importantes dentro de la política.  El Señor nos ha permitido pastorear y ministrar a sus hijas, quienes son mujeres que aman a Dios profundamente y le sirven de todo corazón. Hace unos meses, la madre, una mujer fuerte y vigorosa se vio abatida por un problema cardiaco, sobre el cual los médicos no le daban esperanzas, humanamente se creía que ella no soportaría; de hecho ella prácticamente falleció, pero el Señor la trajo de regreso a la vida.  Esta mujer valiente desafió la ciencia, decidió activar su fe y creerle a su Padre Dios, y es así como ella hoy día ha vuelto a trabajar y a su ritmo de vida cotidiano. Todo parecía ir marchando bien, cuando el único hijo varón, de 33 años de edad, menor que sus hermanas, repentinamente falleció a causa de un aneurisma; dejando en vida a su joven esposa y su hijito de tres años de edad. No hay ley en la tierra que pueda intentar explicar esta situación; no hay forma de comprenderlo con lógica humana, ni pretendo dar respuestas a algo que solamente Dios conoce a profundidad.  Sin embargo, puedo decir que este joven varón estaba en su mejor momento de espiritualidad. Queridos lectores, nadie sabe, a no ser que Dios se lo quiera revelar, cuando es su último día sobre la tierra.  Sólo sé que Dios no es sádico y no se complace con el dolor del ser humano; aunque nosotros no comprendamos el “por qué”, quizás un día vamos a comprender “para qué”.  De lo que podemos estar seguros es que los pensamientos de Dios para nosotros son de bien y son de paz; que aún en las situaciones más dolorosas y duras, el propósito Suyo es producir el carácter de Cristo.  Creo que la Palabra de Dios es verdad cuando dice que a los que amamos a Dios, aquellos que somos llamados conforme a Su propósito, todas las cosas nos ayudan a bien. Mi querido lector, si hoy entregas tus emociones, tus interrogantes y preguntas a tu Padre Dios, y te dispones para simplemente creer que tu vida está en Sus preciosas manos, que la vida no termina aquí, sino que un mayor nivel de gloria comienza cuando partimos, si hemos creído en Él; para ti Hay Una Esperanza.

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