TEMAS DE OPINIÓN

Discernimiento

Octubre 4, 2010


Mis queridos lectores les saludo con muchas bendiciones en este hermoso día.  Quiero comentarles acerca de una situación interesante…la semana pasada fui con mi esposo a mi ciudad natal para compartir con mi preciosa madre, quien se encontraba de cumpleaños.  De regreso a casa nos quedamos a dormir en la ciudad capital, después de haber ministrado la palabra de Dios en un pequeño grupo que se reúne para ser discipulado en los fundamentos cristianos. A la mañana siguiente, después de desayunar nos dispusimos para retornar a casa, sin embargo, le pedí a mi esposo si podíamos pasar por un centro comercial que nos quedaba de camino.  Bajamos del carro, pero la mayoría de las tiendas aún no abrían; había solamente una que tenía sus puertas abiertas al público, de manera que decidimos entrar para buscar el artículo que yo necesitaba. Al ingresar nos dimos cuenta que éramos los únicos clientes potenciales, en la tienda; por lo demás, estaban solamente los vendedores y personas encargadas de seguridad. Noté como nos observaba un hombre que hablaba a través de un radio de comunicaciones “en clave” según él, con otro hombre que tenía otro radio; sin saber ellos que mi esposo entendía muy bien su clave.  Pude darme cuenta que alguien me seguía hacia el departamento de zapatos, pasando frente a mí para observarme.  En un instante estaba a mi lado el primer hombre que encontré, con su radio.  Me sentí tan incómoda que decidí salir y no ver nada más. Pudimos darnos cuenta que estos hombres nos habían tratado como si fuéramos sospechosos, ladrones o asaltantes; pensé ¡Que mal discernimiento tienen! Durante el viaje de regreso vine meditando en las situaciones que se dan actualmente, en que muchas veces los ladrones les pasan por las barbas a los guardias o encargados y no los detectan; sin embargo, incomodan a gente honesta y decente.  Mi querido lector, esto ocurre en todo lugar y a toda hora. No sé si te haya pasado que te tengan en observación, mientras tú sabes que eres inocente; o quizás hayas sido testigo de otras situaciones en las que los asaltantes de verdad, se los durmieron de una manera infantil. Quiero decirte que todos necesitamos discernimiento para no confundirnos, pero el discernimiento viene de Dios, es sabiduría divina, es tener la mente de Cristo; es ver por encima de las circunstancias y las apariencias. Si tú quieres tener sabiduría de lo alto, puedes pedirla al Señor; para ti Hay Una Esperanza, pídela a Dios y Él te la dará, porque es una promesa de la Biblia, es para ti al igual que es para mí.

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