TEMAS DE OPINIÓN

La Corrección

Mayo 23, 2011


Gran parte de los problemas sociales acerca de la rebeldía, la delincuencia juvenil y la alta incidencia de drogadicción, radica en el hecho de que estas personas cuando niños no fueron correctamente disciplinados por sus padres.  La falta de corrección es falta de amor.  Muchos padres substituimos la disciplina por gritos, maltratos verbales o castigos mentales. La psicología moderna opina que no se le corrija al niño con vara; mientras la Biblia que es Palabra de Dios dice: "La necedad está ligada en el corazón del muchacho; mas la vara de la corrección la alejará de él" (Proverbios 22:15); "La vara y la corrección dan sabiduría; mas el muchacho consentido avergonzará a su madre" (Proverbios 29:15).  Nos confrontamos con una decisión para tomar, yo por mi parte decido creerle a la Palabra de Dios, porque El es eterno, es por los siglos de los siglos y por todas las generaciones y sabe de antemano y comprobadamente lo que es mejor, no necesita postular teorías para experimentar, El ya lo sabe todo. Entendamos sin embargo que Dios no habla de pegar con faja o con regla o con lazo o con el zapato, habla específicamente de vara.  ¿Qué misterio hay en la vara?  En lo personal, ir al patio a cortar una varita, quitarle las ramitas, entrar de nuevo a casa, hablarle al niño, explicarle las razones por las cuales va a ser disciplinado, colocarlo sobre mis rodillas y luego aplicarle tres varacitos, me da el tiempo necesario para calmarme y para nunca corregirlo con enojo. Creo sin embargo que “la vara”en la Biblia se refiere a una medida; es decir que según sea la falta y según sea el temperamento del niño, así se escogerá y  dosificará la corrección. Esto es en cuanto a los padres naturales se refiere, pero nuestro Dios como Padre dice que El a los que ama, a los que considera hijos, a esos disciplina.  La corrección y la disciplina de Dios son necesarias para que crezcamos en obediencia, en rectitud, para que demos frutos dignos de Su naturaleza. Si usted querido lector considerándose hijo de Dios ha estado pasando por situaciones que le duelen, que le llaman a corrección y a cambiar de actitud hacia la obediencia; si ha estado meditando en porqué le ocurre tanta cosa;  piense que pudiera ser su amado Papá aplicando Su vara a usted: Su amado hijo. Si desea hoy decirle a su Papá que desea obedecer, que se somete a Su corrección, que quiere ser un verdadero hijo: hágalo, porque recuerde DIOS LE AMA. Para usted Hay Una Esperanza.

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