TEMAS DE OPINIÓN

Teniendo Fortaleza en el Señor

Enero 30, 2006


En aquel Centro Hospitalario le dieron de alta a mi padre porque dijeron los especialistas que ellos ya no tenían nada mas que hacerle; viajé a la capital para irme con él en la ambulancia hasta Choluteca. Al día siguiente de haber llegado, se le desencadenó una neumonía en ambos pulmones, hasta colapsárseles completamente, a la vez que sus riñones dejaron de funcionar casi totalmente; fue muy duro darnos cuenta que la causa de su estado de agonía se debía a una infección micótica sistémica adquirida en el hospital por la manipulación de sondas y catéter. Una vez mas es necesario perdonar, bendecir y no buscar culpables, sino sacar la mejor enseñanza y el mejor provecho de todas las circunstancias. La noche del día sábado hasta amanecer domingo, fue larga y cruenta; nos despedimos de él y preparamos todo para su sepelio; pero la misericordia de Dios y el Espíritu Santo dando sabiduría a mi hermano segundo y diligencia a mi hermano menor, nos lo devolvieron, después de una titánica lucha entre la vida y la muerte. El dolor nos unió como familia, Dios obró profundamente en los corazones de todos nosotros. Algo que me impresionó fue la fortaleza del corazón de mi padre a los 89 años, latiendo como si tuviera apenas 30, manteniendo un pulso normal; estoy segura que el deseo de vivir en su espíritu lo mantuvo hasta el último instante a pesar del sufrimiento, el dolor y la angustia. Pude aprender que mientras hay aliento de vida ¡Hay una Esperanza!

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