Mis queridos lectores, quiero comentarles acerca de una moción que existe en este tiempo para un voto solicitado a favor de La Autoridad Palestina que se llevará a cabo en septiembre en la Asamblea General de Las Naciones Unidas, con el objetivo de buscar la creación de una nueva nación Palestina.
Aunque es importante reconocer el derecho que tienen los pueblos y que los Palestinos, así como Israel en 1948, merecen que puedan ser reconocidos por las Naciones Unidas como una nación; antes de dar ese voto a favor, el pueblo Palestino debe adoptar reformas que le permitan definir claramente sus fronteras y vivir en paz y respeto mutuo con sus vecinos, principalmente Israel.
Mientras no se hagan dichas reformas, el voto de la Asamblea General de la ONU, aunque parezca favorable para los palestinos, traerá más problemas para la región y para el mundo.
Un voto prematuro a favor de los palestinos les causaría creer que pueden lograr sus objetivos a la fuerza y abandonarían su deseo de buscar un acuerdo de paz con Israel. Ese acto sería visto por Israel como una violación de los Acuerdos de Oslo, el cual obliga a Israel a proveer al pueblo Palestino, un fondo monetario, agua, electricidad y el movimiento de personas y productos por medio de su territorio.
Tenemos una responsabilidad personal y corporal como ciudadanos de nuestra nación, como hijos de Dios, debemos bendecir y no maldecir a Israel. Debemos recalcar la importancia de apoyar a Israel e incentivar a otros para hacerlo. Podemos animar a los demás a orar por Israel y por la paz de Jerusalén como nos instan las sagradas escrituras. Podemos utilizar todo medio a nuestra disposición para contactar e informar a nuestros compatriotas y representantes en el gobierno, y hacerles saber que pueden estar a favor de la existencia de un Estado Palestino pero no antes de que se hagan las reformas necesarias.
Debemos orar por nuestros representantes en el gobierno por las decisiones que ellos han de tomar. Podemos orar para que el Presidente de los Estados Unidos y su representante ante la ONU actúen en forma condicionada y que esa nación se comporte como el amigo y aliado de Israel que ha sido en el pasado. Podemos orar por el pueblo Palestino para que este busque, verdaderamente un acuerdo de paz con Israel. Mis queridos lectores tengan la seguridad de que Hay Una Esperanza para Israel y para Palestina, ésta la encontraremos si buscamos el corazón de Dios y oramos de acuerdo a ello.