TEMAS DE OPINIÓN

Lo Barato sale Caro

Agosto 22, 2011


Que tengan un hermoso día es mi deseo mis queridos lectores.  Les escribo desde la tierra del norte donde siempre tengo experiencias que me gusta compartir para que seamos edificados todos y aprendamos por experiencia ajena. Resulta que mi esposo y yo teníamos que viajar para llevar a nuestra hija a su universidad.  Gracias a Dios ella tenía un bono a su favor que American Airlines le había dado en un vuelo anterior; eso significa que el boleto de ella estaba totalmente cubierto.  Para comprar los nuestros tendríamos que hacer algunos malavares, de manera que usamos millas acumuladas para viajar por TACA una parte, para encontrarnos en Miami y luego proceder juntos.  La segunda porción de nuestro viaje sería igual a la de nuestra hija por American. Para empezar debíamos tomar la decisión respecto a la maleta extra que nuestra hija llevaba, ya que era su ropa para todo el año.  Por consideración a ella, decidimos que la llevaríamos nosotros. Se nos había olvidado que debido a que ella aún no tiene 21 años, deberíamos hacer una autorización autenticada puesto que íbamos en vuelos separados y tiempos diferentes, ya eso representó un gasto no programado. Despedimos a nuestra hija y todo muy bien; sin embargo nuestro vuelo salió con media hora de retraso, eso significa que ya teníamos el tiempo limitado.  Llegamos a Miami, gracias a Dios no esperamos mucho tiempo en Migración, pero al recoger maletas había mucho movimiento y eso tomó otro tiempo adicional, que era valioso. Al salir de aduana, nos percatamos que estábamos en el ala “J” y debíamos movernos con una maleta grande y dos pequeñas hasta el ala “D”; lo que no habíamos considerado era que por la remodelación del aeropuerto, esa ala no está conectada internamente; gracias a Dios llegó un carrito tipo “golf” que nos transportó por casi medio tramo.  Llegamos muy apurados, hicimos el chequeo en la computadora, todo muy ágil, pero lamentablemente la máquina nos expidió una nota que decía "Usted está chequeando my tarde, por lo tanto no se le puede recibir su maleta”.  Allí comenzó toda una odisea que para no cansarlos les diré el desenlace de ello. Llegué casi de a rastras a la puerta donde ya estaban abordando el vuelo de American, adentro del avión me esperaba mi hija un tanto nerviosa.  Mi esposo no logró abordar ese vuelo porque necesitaba llevar consigo la maleta, así es que lo pusieron en lista de espera para un vuelo más tarde.  Mi hija y yo arribamos y tuvimos que esperarlo a él casi tres horas.  Llegamos a rentar el carro casi a las once de la noche, arribando a nuestro destino a las tres y media de la mañana muy cansados, aunque agradecidos con Dios porque llegamos juntos y con bien. Mis queridos lectores aunque todo esto parezca muy terrible, quiero decirles que Hay Una Esperanza; tenemos esperanza de aprender a hacer las cosas pensando más en lo funcional que en lo barato, porque vimos que muchas veces lo barato sale caro.  El desgaste físico es algo que no se repone, pero el dinero si se puede reponer.  Espero que ustedes también hayan recibido una buena lección y valoren más el hecho de hacer las cosas juntos, confiando que el Dios de toda provisión puede manifestarse a nuestro favor.  Nuestro tiempo y nuestra salud valen más que el dinero.

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