Mis queridos lectores es un gusto dirigirme a ustedes nuevamente para desearles siempre lo mejor.
Quiero comentarles acerca de una joven muy especial a quien quiero bastante; ella con mucho esfuerzo de sus padres logró irse a estudiar al extranjero su carrera universitaria. Ella es una joven brillante muy valiente que se propuso lograr un escalón más allá que sus hermanos y los compañeros de su generación.
Resulta que las condiciones en el lugar no eran las que ella esperaba, pero podrían ser inmejorables para muchos otros con menos oportunidades que ella.
Pensaba en las condiciones que tuve que afrontar cuando fui a la universidad, viviendo en casa extraña en país extraño con alimentación diferente a la que estaba acostumbrada. Sin embargo, todo lo difícil que pudo ser, valió la pena por lo que se produjo en mí.
Esta mañana, mientras tomaba el desayuno en compañía de unos visitantes, el invitado comenzó a contar como fue su experiencia cuando se enroló en la Marina de los Estados Unidos. No podían llevar ropa y si la llevaban, les era quitada al ingresar, la cual podían mandar por correo a casa de sus padres. Él nos comentaba como durante cuatro años se convertían prácticamente en esclavos del ejército.
Medité y me dije, voy a compartirle esto a mi joven amiga; ella está mucho mejor que esto, pero no lo puede ver porque está centrada en su propia situación.
Queridos lectores, quizás alguno de ustedes ha estado pasando por algo similar, quejándose de lo que están viviendo, poniendo sus ojos en lo que quisieran tener y no tienen, murmurando de lo que no les gusta.
Mis queridos amigos, quiero decirles que para todos Hay Una Esperanza, como también para mi amiguita; pero saben qué? La solución está en la determinación que hoy tomen.
Quiero invitarte a determinar y a confesar lo siguiente: A partir de este momento me decido a ser agradecido con Dios por lo que tengo, me dispongo a no quejarme por lo que no tengo; determino adaptarme a lo nuevo, sabiendo que eso me hará crecer y madurar.
Tomo la decisión de no quejarme y no estar buscando la manera de escapar de mis circunstancias, sino de vencer las circunstancias.
Me propongo con la ayuda de Dios a ser flexible para adaptarme y no resistirme, porque sé que todo obrará para mi beneficio.
Mis queridos amigos, estoy más que segura que van a sentirse muy bendecidos con lo que van a comenzar a vivir.