TEMAS DE OPINIÓN

Haciendo lo Correcto

Diciembre 5, 2011


Mis queridos lectores les saludo cariñosamente en estos días determinantes en que empieza el último mes del año en curso.  Nos parece que fue ayer que comenzamos el 2011, pero ya está llegando a su fin. Es inevitable que las múltiples preguntas anden merodeando nuestros pensamientos ¿Logré lo que me había propuesto? ¿Estoy mejor que antes? ¿He avanzado en mis metas? ¿Hacia dónde voy? ¿Qué me depara el nuevo año? Para estas fechas los sentimientos en las personas son encontrados, algunos se sienten felices por los logros, mientras otros se ponen tristes por sus fracasos.  Hay quienes quisieran redimir el tiempo o corregir el pasado, mientras otros sencillamente deciden olvidar lo que quedó atrás y comenzar un tiempo nuevo. Muchas son las personas que se lanzan a hacer proyectos y a tomar decisiones de cambio bajo la emoción de finalizar el año.  Algunos lo hacen con total sinceridad y profundo deseo de dar un giro, pero la motivación no les dura mucho. Hay otros que se ponen melancólicos por el tiempo que se fue y no volverá; por los seres queridos que perdieron y no se van a recuperar.  Para muchos, este año que está por finalizar, representa dolor y sufrimiento y lo que quisieran es poder olvidar o ignorar lo que pasó. Cualquiera de las anteriores situaciones necesita ser superada con una actitud correcta.  La única forma de conocer lo que es correcto, genuino y verdadero, es a través del Espíritu Santo, el Espíritu de verdad, Quien nos enseña todas las cosas. El mismo Espíritu que vino con amor sobre María, para engendrar a Jesús; es el que vino con poder sobre los que estaban reunidos en el Aposento Alto en el día de Pentecostés; pero también es Quien viene a vivir dentro de nosotros cuando clamamos a Dios y le decimos que queremos abrir nuestro corazón para Jesús, nuestro único Salvador y Libertador. Solamente el Espíritu Santo nos puede ayudar a entender lo que estuvo bien y lo que estuvo mal; Él nos inunda del amor del Padre Dios, para que tengamos la capacidad de perdonar a los que nos ofendieron; aún perdonarnos a nosotros mismos por los errores cometidos, por las malas decisiones, por los pasos tomados en desacierto. Nuestro Buen Dios desea que sepamos que en Él siempre Hay Una Esperanza; la cual nos da la oportunidad de enmendar, de corregir, de ser libres de la culpa y ser llenos de la gracia de Dios para sobreponernos a las cosas que no salieron como esperábamos. Viene un nuevo tiempo para cada uno, por eso nuestro entendimiento necesita ser renovado y nuestros corazones necesitan ser sanados.  Pidamos que el Espíritu Santo venga a nuestras vidas hoy, para pdoer así disfrutar de todo lo bueno que Dios y la vida tienen para nosotros.

Ver Todos los Artículos