TEMAS DE OPINIÓN

Cumplimiento

Diciembre 19, 2011


Mis queridos lectores, les saludo y les bendigo en este último mes del año, en que deseo que puedan meditar mucho en sus caminos. Pienso que cuando va a terminar un año, todos nosotros, de alguna manera nos sentimos movidos a hacer una revisión retrospectiva de nuestros éxitos, nuestros fracasos, nuestros avances y también las áreas donde no hemos podido lograr mucho.  Es inevitable que comencemos a hacer proyectos y nos pongamos metas para el año que comienza.  Son muchas las personas que deciden iniciar una dieta o un ritmo de ejercicios diarios, mientras otros se imponen desafíos sobre el hábito de la lectura, o acerca de ordenar la casa y demás asuntos cotidianos. Todo esto sin lugar a dudas es motivado por el hecho de que un año termina y otro va a comenzar; es decir que cada quien mira esta época como el momento correcto para tomar decisiones y cambiar actitudes o para empezar a realizar aquellos proyectos o planes, que durante el transcurso del año no nos sentimos motivados para hacer. Es como si uno sintiera que al correr de los años, el tiempo se va acortando y nos quedan menos días para rectificar, enmendar o bien para cumplir el propósito de Dios en nuestra vida.  Ciertamente cada día que pasa es uno menos de vida sobre la tierra, sin embargo, cuando tomamos la determinación de lograr aquello para lo cual nacimos, podemos lograr en corto tiempo, lo que en muchos años no hemos podido hacer. Querido lector, si tú eres una de esas personas que se siente un poco insatisfecha y con deseos de recuperar el tiempo perdido, para ti Hay Una Esperanza.  Quiero incentivarte este día para reconocer con un corazón sincero lo que consideras que debe ser corregido, o mejorado; luego te invito a presentar tu situación al Señor, Quien todo lo sabe y todo lo conoce. Pídele a tu Creador, a tu Formador, que te fortalezca en el cumplimiento de las promesas y votos que hagas; si no es por la gracia de Dios, difícilmente podemos lograr nuestros propósitos. Como humanos somos débiles, pero la Palabra de Dios dice que “diga el débil fuerte soy”; eso quiere decir que nuestro Señor dejó una provisión para el que sabe que es débil, pero que puede depender del Señor. Quiero declarar que hoy que abras tu corazón a Dios, Su capacidad sobrenatural estará contigo, para lograr lo que antes no pudiste, para ver lo que antes no viste y para emprender lo que antes ni pensaste.

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