Muchos saludos mis queridos lectores, les deseo lo mejor en este día.
Quiero comentarles acerca de algo que nos ocurrió recientemente; resulta que un día fuimos a visitar a mi familia al sur de la república, La novedad en la ciudad era que habían descubierto una planta, cuyas hojas y cuya semilla tenía unas propiedades medicinales increíbles. Todos comentaban dondequiera que uno fuera, que la “Moringa” era excelente para bajar el colesterol, los triglicéridos, los niveles de azúcar; para corregir la artritis, en fin…
Investigamos un poco sobre la planta y observamos que en efecto en diferentes buscadores de internet se encuentra mucha información y excelentes estudios, de esta planta, la cual se usa sobre todo en La India para combatir la desnutrición. De manera que conseguimos una cuantas semillitas para sembrar y hacer la prueba. Luego nos enteramos de que el gobierno mismo estaba obteniendo fondos para sembrar grandes cantidades de esta planta con tantas aplicaciones.
Para nuestra sorpresa, una noche mientras mi esposo conversaba con la persona que vigila las instalaciones del Ministerio Un Nuevo Amanecer, él le mostró unos árboles a la orilla de la calle, los cuales nosotros mismos sembramos hace unos diez o quince años; justamente ese día los habían podado para evitar que sus ramas hicieran contacto con los cables de alta tensión. ¿Qué cree usted? Al acercarse mi esposo a las ramas caídas, pudo observar que tenían unas vainas, las cuales estaban llenas de semillas. Esta persona le comentó que ese árbol era de “Moringa”.
Increíblemente estábamos buscando y comprando algo que teníamos nosotros mismos y en abundancia. Cuantas veces nos ocurre esto en relación a diversas cosas, le ha pasado a usted mi querido lector? Pues le diré que para todo Hay Una Esperanza.
Muchas veces uno tiene las cosas y las pasa inadvertidas, hasta que alguien mas les da fama o publicidad, entonces la comenzamos a apreciar. Es posible que tú tengas a tu lado, no solamente cosas, sino personas especiales, llenas de virtudes y no las has reconocido ni apreciado; tal vez nos percatamos hasta que otros las aprecian y hablan bien de ellas.
El deseo de Dios es que todos estemos conscientes de toda la bondad, la belleza, la misericordia y la hermosura Suya que nos rodea, esto incluye nuestros seres queridos; hoy puedes levantar tus ojos y apreciar cuanto amor de Dios para contigo al prestarte a esas personas tan especiales para convivir contigo.