Mis queridos lectores es un gusto saludarles y desearles un día muy lleno de luz y buenas noticias.
Como ustedes saben en los días recién pasados se anunció un terremoto o maremoto a unos cuantos kilómetros de la costa del pacífico en el vecino país de El Salvador, el cual se reportó de 7.4 grados de intensidad. Las noticias eran alarmantes, preparando a las personas para un posible Tsunami, sobre todo era amenazante para los habitantes de las islas del Océano Pacífico, como Amapala.
No cabe duda que la mano del Dios Todopoderoso ha estado, está y estará sobre nuestra nación; aunque los peligros nos rodean, el Poderoso Gigante guarda nuestras costas, nuestro territorio, nuestros mares y nuestros cielos.
De igual manera pudimos experimentar Su protección sobrenatural durante el terremoto ocurrido en el norte de Honduras, el 28 de Mayo del 2009, el cual se reportó de 7.1 grados en la escala de Richter. Aunque algunos desastres ocurrieron y aún algunas pérdidas humanas, lo ocurrido fue mínimo dada la intensidad del sismo, el cual podría haber destruido muchas ciudades completas.
No nos queda otra opción, más que creer que el Dios de poder, Quien nos creó, ha tenido misericordia de nuestra nación Honduras. Espero que tú mi querido lector, lo creas y entiendas que para nosotros como país Hay Una Esperanza.
Yo estoy segura que nuestro país saldrá adelante, a pesar de todo lo negativo que se diga de él, todo porque Dios nos ama. Yo declaro que muchos vendrán de otros países para observar, admirar y comprobar que Honduras es una tierra de paz, de bendición y bonanza.
Creo que somos muy bendecidos por haber nacido en este país, que Honduras se va a levantar con muchas oportunidades de empleos y también para los que quieran invertir de manera segura. Estoy convencida que vivimos en una nación prosperada, con muchas riquezas naturales.
Yo sé que nuestra tierra es cuna de hombres, varones y mujeres con inteligencia y sabiduría, capaces de descollar en muchos lugares, donde estos vayan. Que somos exportadores de talentos y que seremos deseables para el mundo.
Pero sobre todas las cosas, yo declaro que Honduras será un ejemplo de nación cuyos habitantes tienen temor de Dios, que son honestos, íntegros, rectos, responsables, trabajadores y que poseen un corazón limpio y puro.
