Mis queridos lectores, es bueno saludarles otra vez, deseando lo mejor en sus vidas.
En estos días en que se celebran las fiestas patrias, hay sentimientos y pensamientos encontrados. Por un lado algunos niños están muy emocionados porque deben desfilar, esto implica para algunos estrenar zapatos, uniforme, tener atenciones especiales de su mamá que llega para verlos desfilar y darles agua cuando sea posible.
Hay otros niños que prefieren enfermarse, y así tener una excusa médica para no tener que desfilar, porque sencillamente no les gusta, no quieren estar varias horas bajo el sol y además les parece ridículo participar de ello.
Por otro lado tenemos a los observadores, los que disfrutan viendo los desfiles, las palillonas, los abanderados y demás. Muchos de ellos pintan su casa por fuera en estos días, otros colocan banderas en las puertas de su casa o su negocio; todo ello para estar de gala cuando pasen los desfiles.
Hay otros muchachos que lo que les emociona es que van a tener algunos días de vacaciones, realmente no están muy involucrados en la celebración patria, sino mas bien en el feriado.
Por otro lado los comerciantes, sobre todo los dueños de cafeterías, heladerías y restaurantes, se alegran mucho porque van a vender bastante durante los desfiles, y más aun al terminar estos.
Y tú mi querido lector, cuál es tu sentir al respecto? Tienes sentimientos encontrados? O realmente no te importa nada de lo que pasa a tu alrededor? Bueno, no te preocupes que para ti Hay Una Esperanza, como la hay para todo el que quiera ser partícipe de la verdadera independencia, la genuina libertad o liberación del corazón.
La Biblia nos dice que conoceremos la verdad y la verdad nos hará libres; también nos dice que si el Hijo del Hombre (Jesucristo) nos libertare, seremos verdaderamente libres. Esta es una gran promesa para nosotros, y es para siempre, porque Su palabra es eterna.
Celebremos juntos la verdadera libertad, la que solamente puede vivirse si ha comenzado en el corazón. Esta no tiene fecha particular, puede ser hoy; para ello te invito a abrir tu corazón y decirle a Jesús que anhelas la libertad que tanto necesitamos, que para ello venga a vivir en tu corazón para siempre.
