Mis queridos lectores, deseo de todo corazón que estos últimos días del año sean para ustedes muy propicios para meditar acerca de sus caminos; y que sean idóneos para tomar fuerza, de manera que puedan hacer decisiones claves para el año que va a comenzar y lo inicien con firmeza y seguridad.
Casi siempre cuando va a terminar un ciclo de tiempo, como en este caso, un año calendario; uno inevitablemente hace una revisión de los logros, así como de aquello que no pudo completar o que ha quedado estancado en el proceso. Pero esta revisión tiene el propósito de motivarnos a mejorar y a completar lo que hubiera quedado inconcluso. Nunca los finales de una época deben ser para tristeza, ni para culpabilidad, sino más bien para entrar en una dimensión de gracia para avanzar en el propósito divino.
Si acaso tuviste un año en el cual no pudiste lograr lo que te habías propuesto, o en el cual enfrentaste pérdidas, hayan sido económicas o afectivas, o que tal vez sientes que tuviste que batallar contra enfermedad y muerte; quiero darte hoy una palabra de aliento y decirte que para ti Hay Una Esperanza.
Siempre que hay vida, hay esperanza; siempre que tú tengas el deseo de vivir para cumplir tu propósito en la tierra, habrá para ti la esperanza de lograrlo. Es importante que tengas la actitud correcta para aprovechar las oportunidades que el Señor te da cada día; muchas veces los fracasos representan oportunidades de aprendizaje, de hacerlo mejor la próxima vez; de superar las áreas débiles y salir adelante donde antes no pudimos lograrlo.
Este día te invito a meditar profundamente en tu vida y lo que ella es sin Cristo, o lo que ella es teniendo al Señor como el todo de tu vida; cuando has llegado a ese punto de plenitud, puedes tener la certeza de que vas a lograr todo lo demás que debes alcanzar.
La vida sin Dios es como una veleta llevada por el viento; sabiendo que vivir en Dios no tiene que ver necesariamente con asistir a una Iglesia, sino con ser un mismo espíritu con el Dador de la vida. La vida en Él es lo único que puede producir paz completa al corazón del ser humano; esa paz interior que se refleja en el exterior, es la única manera de vivir confiado a través de todas las circunstancias y situaciones.
Hoy puede ser el primer día de una vida diferente y plena para ti y los tuyos; te animo a tomar la decisión sabia y correcta este día.
