Mis queridos lectores reciban de mi parte un muy cariñoso saludo este día. Quiero comentarles en esta ocasión sobre una situación un tanto difícil, de la cual podemos sacar una buena enseñanza.
Conozco a una joven mujer, quien se casó con un joven de su barrio, tuvieron una hija, pero a los pocos años de casada su esposo la abandonó; por algún tiempo, ella estuvo trabajando en una maquila para sostener a su hija, pero finalmente ella se casó de nuevo y ambos se fueron “mojados” a los Estados Unidos, donde ahora ella trabaja limpiando casas, para enviar dinero para la manutención de su hija y apoyar la casa de sus padres.
Su madre fue una verdadera mamá para su nietecita, hasta que hace unos pocos meses se fue de esta tierra por complicaciones de salud. La jovencita quedó sumida en depresión, aferrada al recuerdo de su abuela, deseando morirse para estar con ella. Su abuelo trataba de todas formas de llenar el vacío, pero no era fácil.
En estos días recibimos la noticia de que la jovencita se había ido “mojada” con su padre biológico, quien trataría de hacerla llegar hasta donde se encuentra su madre. Por supuesto el abuelo estaba muy triste y solo. No es una situación muy fácil de comprender; y aunque no estamos de acuerdo en que se usen medios ilegales para alcanzar ciertos objetivos, cuando pensamos en la vida de esta jovencita, entendemos que el mejor lugar para ella es junto a su madre.
Esta es solamente una de muchas historias de la vida real, muy duras, que a muchos les toca vivir. Quizás querido lector tú te sientes identificado o conoces a alguien que ha vivido o está pasando algo similar. Solamente puedo decirte que Hay Una Esperanza, esperanza de un futuro mejor, esperanza de un encuentro feliz, esperanza de sanar el corazón.
Las personas buscan salidas difíciles para situaciones cotidianas, otras escogen medidas heroicas movidas por el dolor o la necesidad emocional y en medio de todo ello mantienen la esperanza viva de encontrar su destino; pero quiero decirte querido lector, la respuesta a todas tus dificultades se encuentra muy cerca de ti, no en los lugares lejanos, sino en tomar la decisión correcta respecto a abrir tu corazón para que entre a morar allí el Señor Jesucristo, Quien a través de Su Espíritu Santo te puede dar dirección en todas las áreas de tu vida. Tu felicidad depende de tu contentamiento espiritual, esa es la fuente de todo lo bueno, de donde se desprenden las demás cosas.
